Esencia americana
Todavía es pronto para analizar las consecuencias de la victoria conseguida por Donald Trump en las recientes elecciones de Estados Unidos. Pero si se tienen en cuenta algunas de las particularidades personales exhibidas por el flamante presidente norteamericano, parece que ciertos tópicos existenciales han encontrado un aliado perfecto para incrementar su protagonismo. Y es que al otro lado del Atlántico se siente devoción por el espectáculo y las frases en formato de titular, dos de las principales especialidades del ganador sorpresa.
En Europa, las personas suelen tomarse el tema de las elecciones como una cosa seria y que requiere ciertas dosis de reflexión. En Estados Unidos, en cambio, las votaciones adquieren una dimensión más festiva, en parte debido a que entre los dos partidos que entran en liza no existen distancias abismales. Algo parecido sucede con los salones automovilísticos, un tipo de evento que al otro lado del Atlántico apuesta por buscar alternativas espectaculares que sorprendan al visitante.
En un país devoto del espectáculo, las campañas se sazonan con múltiples elementos decorativos. Y lo mejor del caso es que incluso varias semanas después de pasar por las urnas se pueden seguir comprando complementos de merchandising en las principales ciudades. Después de disfrutar de los coches de nueva generación, los aficionados que asistieron al Salón de Los Ángeles podían adquirir artículos de los candidatos mientras paseaban por Sunset Bulevard. Por cierto, las gorras de Trump lucen una etiqueta
Made in China que se contradice con sus principios proteccionistas. Pero que América es diferente se pone en evidencia cuando se tiene la ocasión de dejarse seducir por las vibraciones cinematográficas de Hollywood Boulevard. Posiblemente, no existe otra calle en el mundo en la que se den unos contrastes sobre ruedas tan radicales. En esta mítica avenida, que un poderoso y reluciente Lamborghini comparta semáforo con un oxidado y vetusto pick-up forma parte de la cotidianidad.