Un ojo en las bolsas y otro en... las urnas
La política económica de Trump y las múltiples citas electorales relevantes de los próximos meses van a marcar la evolución de la bolsa en el 2017
El 2016 enseñó que hay que aprender a vivir con la volatilidad, un escenario que se dará también este año
Probablemente, los analistas, la comunidad financiera internacional, los inversores y, en definitiva, los mercados nunca estarán tan pendientes de lo que suceda en la arena política como en el 2017 que acaba de comenzar. Porque más allá de la normalización de la política monetaria de la Reserva Federal, de la nueva hoja de ruta del Banco Central Europeo (BCE) para ir retirándose muy poco a poco, del escenario cambiante que dibuja la apreciación del dólar, de la evolución de los resultados empresariales o del devenir de China y otros países emergentes, los expertos están convencidos de que en este año recién comenzado no todo será cuestión de números.
Nunca lo es, pero en el 2017 mucho menos. La política cotizará este ejercicio más que la macroeconomía, el valor fundamental o el teórico contable de las empresas. La agenda viene muy cargada. Hay elecciones vitales en varios países de Europa y Asia, dará comienzo el proceso legal del Brexit, tendrá lugar el Congreso del Partido Comunista Chino y –antes que todo eso, en el tiempo y primer lugar también en el orden de importancia– habrá que ver qué diablos sucede en la Casa Blanca a partir del 20 de enero, cuando se inaugurará oficialmente la administración de Donald Trump, cuyas decisiones serán clave para la economía mundial.
La política puede cambiarlo todo. Ono, ya se verá. “El principal riesgo global para el 2017 es, con mucha diferencia, Estados Unidos, sobre todo por lo que respecta a la incertidumbre ante la expectativa de las medidas proteccionistas que ha anunciado la nueva administración. Si llegan a concretarse, son las que tien en mayor potencial para incidir en todo lo demás”, apunta Roberto Ruiz-Scholtes, estratega jefe de UBS en España. Trump es la gran incógnita.
Su victoria en las elecciones del 8 de noviembre fue inesperada y ahora hay que esperara ver qué hace y cruzar los dedos. ¿El resto de los riesgos? No son en absoluto menores. El inicio de las negociaciones del Brexit apartir definales demarzo provocará nuevas turbulencias. Y el ascenso que se da por hecho de los antieuropeístas Marine Le Pen, del Frente Nacional, en Francia; o Geert Wilders, del Partido de la Libertad, en Holanda, pueden desestabilizar más a la UE y sus instituciones. Ambos aspiran a obtener muy buenos resultados electorales, aunque cuentan con muypocas opciones de gobernar. A lo anterior hay que añadir unclásico de la inestabilidad –Italia–. que podría convocar nuevas elecciones... en cuanto reforme de nuevo su ley electoral. La llegada al poder del payaso Beppe Grillo, del Movimiento 5 Estrellas, es improbable. Y tras el verano, Alemania, donde Angela Merkel parece que volverá a ganar.
¿Hay motivos para asustarse? Algunos, aunque la experiencia del 2016 enseña que los mercados han aprendido a lidiar con todo... y los inversores, también. “El riesgo político es, de alguna manera, incontrolable, pero hay un parámetro que es muy probable que acompañe a las bolsas durante buena parte del año: la volatilidad”, apunta Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4. Es la hora de los traders.