Actualización tecnológica
El renovado Ford Kuga, con un estilo atrevido y dinámico, incluye sofisticados equipamientos que permiten una conducción más sencilla
El Ford Kuga, que se fabrica en Almussafes (Valencia), es uno de los SUV preferidos en Europa. Cuando salió al mercado, en 2008, inició la expansión en el segmento de los todocaminos medios de la compañía americana en el Viejo Continente. En 2015 sus ventas alcanzaron la cifra récord de 102.000 unidades, lo que supuso un aumento del 19% respecto al año anterior y, a falta de cerrar los datos de 2016, los primeros nueve meses del año pasado fueron los mejores desde su lanzamiento con 95.300 matriculaciones a nivel global.
La incesante llegada de nuevos modelos a la categoría y la incorporación del Edge a la gama SUV de Ford hacían necesaria una actualización del Kuga para equiparar sus tecnologías y equipamientos a la competencia y para refrescar su imagen exterior e interior según el actual lenguaje de diseño de la firma del óvalo.
Ford ha mejorado distintos aspectos del Kuga en su versión 2017, que luce una rejilla trapezoidal superior de gran tamaño con lamas horizontales y otra inferior más pequeña flanqueadas por unos esbeltos faros delanteros con luces led diurnas. Los pilotos traseros rediseñados, los nuevos colores exteriores Guard Grey y Cooper Pulse, junto con las llantas de aleación de 17, 18 y 19” –con acabado en brillo niquelado– completan el look deportivo del modelo.
En el interior los cambios persiguen mayor ergonomía, elegancia y comodidad para sus ocupantes. Así, los mandos del volante –con levas en las versiones automáticas– y los controles del climatizador son más intuitivos, mientras que la consola central, con menos botones y freno de mano electrónico, ofrece más espacio de almacenaje. Además, los nuevos acabados ST-Line, inspirado en la gama Ford Perfor-