Bolsa: última llamada
Después de un 2016 intenso y finalmente satisfactorio, aunque fuera prácticamente in extremis, empieza un nuevo curso. ¿Qué esperar del 2017? El concepto que creo define la situación actual es el de la última
llamada de la megafonía de los aeropuertos.
Sabemos que las empresas de la zona euro están baratas, sabemos que las empresas de EE.UU., que están cotizando a su justo precio, podrían beneficiarse de un novedoso impuesto de sociedades, con visos de ir mucho más allá de lo que sería una mera reducción de los tipos impositivos, que podría suponer un estímulo adicional a la inversión en activos fijos. Sabemos que se espera que los beneficios empresariales crezcan este año entre un 5% y un 7% en EE.UU., y entre un 10% y un 12% en Europa. Sabemos también que la mayoría de los factores que están posibilitando la actual bonanza de los resultados empresariales van a prolongarse durante al menos un par de años más. Sabemos que el diferencial existente entre la bolsa americana y la bolsa europea se está cerrando desde los máximos niveles que alcanzó en julio del año pasado. El período de recuperación de los mercados bursátiles tras el Brexit fue de días; tras la victoria de Trump, de horas, y tras el referéndum italiano, de escasamente unos minutos. ¿Estarán disminuyendo, no ya los riesgos políticos potenciales, sino la prima de riesgo política en la zona euro? Muy probablemente, sí. Podría ser el año de Europa.
Existe un descuento fundamental suficiente para que las bolsas europeas tengan dos o tres años buenos más, pero el riesgo, en positivo, que existe es que en lugar de esto tengamos un año muy bueno y un espacio menor para los siguientes. Última llamada...