ANTONINI, LA TRADICIÓN REIMAGINADA
La familia Antonini, de expertos especialistas en piedras preciosas, abrió su negocio de joyería en 1919 y pronto se convirtió en el joyero elegido por la alta sociedad milanesa (incluyendo los cantantes de ópera protagonistas de La Scala), a la que surtía de joyas, piezas únicas de exquisita manufactura. Todavía hoy Antonini mantiene una línea de joyería de piezas especiales para los clientes que buscan algo muy exclusivo (piezas numeradas y certificadas) con piedras de color de inmaculada transparencia y corte. Pero también presenta cada año nuevas colecciones que reinterpretan esa tradición de su marca con un aire decididamente contemporáneo.
El responsable de ambas vertientes de la firma es su director creativo y diseñador Sergio Antonini, nieto del fundador, un arquitecto que derivó su sentido de la estética a ese mundo de la joya que tan bien conocía desde su niñez. Se presenta ahora la colección Atolli (atolones), que como su nombre indica está inspirada en la forma de los atolones de coral, elementos circulares que encapsulan una delimitación de un agua muy transparente. Esa forma geométrica básica se traslada a las joyas a partir de oro amarillo pulido y brillante, diamantes y un elemento inusitado: el azabache.
En consonancia con anteriores colecciones de este diseñador amante de las formas sencillas y esculturales, los Atolli son elementos simples. Algunas de las piezas exhiben la riqueza y exuberancia del pavé de diamantes de varios tamaños, otras muestran en contraposición, la negra superficie de azabache mate enfrentada al oro brillante. Es muy interesante observar cómo la pieza de oro circular que rodea los diamantes o el azabache tiene una línea ondulada, separándose de la base de la joya y dejando ver el centro de la misma por el lateral y añadiendo un movimiento inesperado a unas piezas que de otro modo podrían parecer estáticas y con poca vida, un acierto total.
Joyas versátiles y de líneas puras, con una riqueza añadida sutilmente en los detalles, que casan bien con un lujo entendido hoy desde un punto de vista intimista y sin ostentación.