El sector se moviliza para reivindicar su papel
Unió de Pagesos se moviliza para reivindicar su papel económico y social y denunciar el abandono institucional
Esta semanalos tractores hanabandonado, de manera momentánea, su hábitat natural, el campo, y han inundado un espacio ajeno a su cotidianidad, las carreteras y las principales ciudades catalanas. Con esta marcha, el sector agrícola persigue la consolidación de un nuevo contrato social, cansados de esperar una respuesta por parte de las ad- ministraciones y de sentirse, dicen, menospreciados y olvidados por los políticos.
Josep Cabré, Dani Forcadell y Josep Maria Bargalló son tres de los agricultores que se han sumado a la protesta organizada por el sindicato Unió de Pagesos, manifestación con la que querían reivindicar la “dignidad” del sector. LaMarxaPagesa se inició el pasado jueves en di- versos puntos repartidos por Catalunya y terminaba ayer con la llegada de los tractores a la capital barcelonesa. Los tres coinciden en defender que es vital que la sociedad y, en especial, las instituciones valoren su aportación a la economía para “garantizar la supervivencia del sector”, queagreganque“se está muriendo poco a poco”.
Josep Cabré, que produce fruta dulce, se ha visto afectado por las prácticas de las grandes cadenas de distribución, que explica que “concentran un gran poder de mercado y abusan de ello, condicionando el precio final, siempre a la baja”. Unos precios inferiores, que se reflejan en la reducción del 39% de la renta agraria que se ha producido entre el 2001 y el 2015.
Dani Forcadell, que cultiva arroz, cuenta que esto implica que “se tenga que trabajar más, tener más tierras y maquinaria para poder mantener el mismo nivel de ingresos que antes, lo que supone asumir más riesgos”. La consecuencia de esto ha sido, según Forcadell, “la reducción de la población activa que, en el mismo periodo, ha pasado del 3% hasta el 1%”. A este problema, Forcadell añade la reducción del financiación público que recibe el agricultor. Enconcreto, la principal ayuda que recibe el sector, el Programa de Desarrollo Rural (PDR), se ha reducido el 74% para el periodo comprendido entre el 2014 y el 2020 y, además, los presupuestos de la Generalitat han reducido desde el 2010 en un 47% las partidas que les destinaban. “No pedimos más dinero, sino lo que corresponde”, insiste Forcadell.
Los tres recalcan que con los años “nada ha cambiado” y que esto“les ha acabado cansando y han decido decir basta”. Josep Maria Bargalló admite que, aunque el cultivo enel quetrabaja, el dela uva, no se ve tan afectado como los de sus otros dos compañeros, “el campesino es siempre el último”. “Tengo 52 años y empecé a los 14. Lo que se producía entonces, se mantiene aún. No hemos avanzando, independientemente de quien sea el que gobierne”, cuenta Bargalló.
La protesta se ha encontrado con la “perplejidad” de la consellera de Agricultura, Ramaderia, Pescai Alimentació, Meritxell Serret, quesostiene que el Govern “ya ha demostrado con hechos que está respondiendo a las reivindicaciones del sindicato”, puesto que ha llevado a cabo políticas para solucionar estas deficiencias y, además, “trabaja con el sector para hacerlo más competitivo y mejorar su renta”. Serret insiste en que la Generalitat está desarrollando una política para Catalunya, que garantice su “soberanía alimentaria” y la sostenibilidad del medio, en la que la agricultura tendrá un papel clave. “Somos los primeros en impulsar actuaciones que van a favor de los agricultores”, reitera.