La recuperación llega con más emisiones de CO 2
La apuesta por las fuentes de energía renovables es clave para reducir los gases de efecto invernadero
Las emisiones globales de gases de efecto invernadero aumentaron en España un 3,5%, en el año 2015. Ya en el 2014, por primera vez desde el 2007, cuando se inició la crisis, España emitió a la atmósfera más gases de efecto invernadero que el año anterior, rompiendo su tendencia a la baja. Es decir, la recuperación económica llega acompañada de más emisiones de CO . No así en el conjunto de Europa, “donde las emisiones se mantienen estables”, indica Elvira Carles, directora de la Fundación Empresa y Clima, que anualmente elabora un informe propio sobre la situación de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo.
¿Quién está detrás de estas emisiones? Diez empresas –cinco de ellas eléctricas– emitieron en el 2015 el 28% de todos los gases de efecto invernadero registrados en España, según datos recogidos por el Observatorio de la Sostenibilidad. Encabeza la lista Endesa, seguida de Repsol, Gas Natural Fenosa, Hidrocantábrico, ArcelorMittal, E.ON, Cepsa, Cemex, Iberdrola y Cementos Portland.
Los sectores fijos con mayores emisiones son la producción energética, las industrias con grandes procesos de combustión, el tratamiento y transformación de hidrocarburos, la industria del cemento y la transformación quí- mica. Y por comunidades autónomas, Andalucía emite el 19% de todas las emisiones de fuentes fijas del país, seguido de Asturias (16%), Galicia (11%), Catalunya (10%) y Castilla y León (9%). Coincide que estas regiones son las que concentran las grandes centrales eléctricas de carbón, exceptuando a Catalunya, en la cual existe un importante sector industrial y refinero. Menos carbón y más renovables Uno de los grandes enemigos del cambio climático es el carbón. El aumento de las emisiones de hace dos años se explica, en buena parte, por el “incremento del uso del carbón en la generación de electricidad”, explica Elvira Carles. La producción eléctrica a partir de este hidrocarburo –cuyo uso aumentó en un 24% respecto al 2014, convirtiéndose en la segunda fuente de electricidad– supuso el 20% de total de las emisiones nacionales en el 2015. Los motivos, su bajo precio y las adversas condiciones climáticas, que penalizaron la hidroeléctrica y la eólica. Para el conjunto del 2016, la Fundación Empresa y Clima estima que las emisiones de CO también aumentarán aunque a un ritmo inferior por la caída en el uso de carbón.
“La producción de energía es una de las principales fuentes de gases de efecto invernadero”, señala Elvira Carles, de modo que “disminuir las emisiones pasa por apostar por las fuentes energéticas renovables, reducir el uso de combustibles fósiles y mejorar en el campo de la eficiencia energética”. Estas tres apuestas son ahora más importantes que nunca puesto que con la recuperación de la economía crece también la demanda energética.
El Gobierno ha dado un primer paso en la buena dirección con el anuncio de una subasta de 3.000 megavatios de renovables para este año, una medida necesaria para que España cumpla con su compromiso europeo de alcanzar el 20% de energía renovable en el año 2020. Por otro lado, cada vez más empresas y particulares apuestan por el autoconsumo energético. Sin embargo, la eficiencia energética sigue siendo la gran asignatura pendiente.