Soluciones ecológicas
Aunque la realidad se haya encargado de demostrar que era imposible cumplir las optimistas previsiones realizadas hace unos años sobre la meteórica velocidad hipotética de implantación de los automóviles eléctricos, no es menos cierto que todos los indicios apuntan hacia un panorama futuro de la movilidad protagonizado por las baterías. Pero sin poner en cuestión la indiscutible pulcritud de funcionamiento de los vehículos impulsados mediante electricidad, sería conveniente analizar el origen de dicha energía para garantizar su naturaleza ecológica.
Yes que incluso si todos los automóviles del mundo fueran eléctricos puros, ello no garantizaría necesariamente que estuviéramos viviendo en un planeta con una atmósfera más saludable que la actual. El secreto del respeto medioambiental cabe buscarlo en el origen de la generación energética. Si la corriente que alimenta las baterías de los vehículos proviene de fuentes renovables, el balance ecológico será idóneo para conservar la naturaleza. En cambio, si la electricidad se produce en vetustas instalaciones que consumen combustibles fósiles, el resultado puede ser funesto.
Afortunadamente, el sector de la automoción no se está limitando únicamente a crear coches eléctricos para ceder el resto de la responsabilidad en términos de ecología a otros actores económicos. El mejor ejemplo de la implicación de la industria del motor en el universo de la energía renovable es el parasol Driveco desarrollado por Peugeot Design Lab, la división de la firma francesa especializada en diseño vanguardista.
Este ingenio sorprende tanto por su innovadora concepción como por su lógica de funcionamiento. Se trata de unas cubiertas especiales, diseñadas para ofrecer sombra en los aparcamientos, en cuyo techo se han instalado paneles fotovoltaicos que producen electricidad para alimentar las baterías de siete coches eléctricos. Esperemos que los designios de la política y las trabas administrativas no frenen el desarrollo de inventos tan cargados de sentido común.