¿Snapchat, en la cuerda floja?
La tecnológica sale a bolsa con pérdidas y un frenazo en crecimiento de usuarios por la competencia
Snapchat tiene un nuevo fantasma. Y no es precisamente el cambio de su logotipo, sino la copia de la competencia en su servicio de imágenes efímeras. En agosto, Instagram lanzó Stories, en diciembre, Facebook presentó los Moments y esta semana, WhatsApp, los estados. Ydebido a las imitaciones, el crecimiento de la plataforma está frenando. En el último trimestre del 2016, el aumento de usuarios fue del 3% respecto al tercer trimestre del mismo año, mientras que antes, los crecimientos eran superiores al 10% y al 20%, en algunos trimestres. Las cifras caerán en picado si la compañía no presenta nuevos productos. Y aunque quizás es demasiado tarde, parece que está reaccionando.
La matriz de la red, Snap, ha contratado a personal para proteger su software y ha invertido en hardware. Ha lanzado las gafas Spectacles (que se pueden comprar en línea a EE.UU.) y estudia ofrecer servicios de realidad aumentada. Hafichado centenares de ingenieros y ha comprado varias start-up del sector. Según CB Insights, tiene “46 patentes en las que se incluyen gafas, aparatos de fotografía y ví- deo y software de reconocimiento facial”. Además, en los próximos 5 años, Snap prevé invertir 2.000 millones por servicios de software de Google.S in embargo, aunque los ingresos de la compañía hayan aumentado un 700%( de 58 millones a 404 millones) Snap sigue en pérdidas, de 515 millones frente los 373 millones que perdió en el 2015. Ante esta situación crítica, Snaphatomado la decisión de salir a bolsa. El tiempo y los inversores dirán si ha hecho bien o no. Con la operación, Snap quiere captar 3.000 millones, que servirán para financiar los servicios de Google y el incremento de usuarios, aunque no ha concretado las vías para lograrlo. La salida se prevé en marzo y la valoración se estima en 20.000 millones a mucho estirar, cifra inferior a la prevista inicialmente, de 25.000 millones.
Los analistas no las tienen todas. Snap tiene una base de usuarios que, además de tender al estancamiento, es pequeña (158 millones) en relación a la competencia. El perfil de su público es joven (hasta 25 años) a diferencia de Facebook o Instagram, que son más transversales, y el servicio sólo es viable en zonas con conexiones 3G o más elevadas. Ante las críticas, el argumento que utiliza Snap es su exclusividad. Ser pequeños no implica ser peores. Nuestros usuarios son muy fieles”, dijo Evan Spiegel, director general de Snap. Y eso, claro, beneficia la publicidad, la principal fuente de ingresos del negocio. Paul Meeks, jefe de la gestora Sloy, Dahl & Holst, decía que la situación de Snap es “preocupante: tendrá que seguir innovando mucho por ser un Facebook” y no un Twitter. La publicidad en internet es cada vez más competitiva y las cuentas reflejan que, de momento, las gafas no sirven más que para el marketing.