Los servicios se resisten a los robots
La probabilidad de automatizar tareas es mayor al 60% en muchos casos pero el trato personal se ve como un activo
Sindicatos y tenderos ven el trato personal como un rasgo a conservar ante el auge del comercio electrónico
Hay hoteles sin recepcionista, lavanderías y gasolineras sin personal y tiendas con cajeros automáticos. Pensándolo bien, en los grandes almacenes no se necesita ni el consejo de los dependientes para comprar una camiseta o una mesa de estilo nórdico. No es descabellado pensar que las máquinas acabarán por sustituir el trato personal. Y más, si tenemos en cuenta que son más baratas que el salario de un trabajador y que las multinacionales y el comercio electrónico están acabando con el comercio tradicional. Pero aunquealgunosdatosparezcandemole- dores, el sector servicios parece resistirse a la automatización.
Según un estudio de CaixaBank, los servicios personales y de restauración tienen másdeun60% de probabilidades de ser automatizados. Y un informe de la OCDE, elaborado por Melanie Arntz, Terry Gregorioy Ulrich Zierahn, estima quela probabilidad de mecanizar tareas en el sector de los servicios y de ventas en Estados Unidos es superior al 70%. El año 2013, Carl Frey y Michael Osborne, de la universidad de Oxford, analizaban este riesgo con más detalle y entonces, ya preveían que trabajos de cara al público como cajeros, recepcionistas de hoteles o camareros, tienen más del 90% de probabilidad de ser sustituidas por robots.
Aun así, Adrià Morron, responsable del estudio de Caixabank, quita hierro al dramatismo que pueden causar los resultados. “La automatización elimina trabajos pesados y repetitivos pero genera empleo en el sector tecnológico. Además, permite a los empleados dedicarse a tareas que requieren trabajos más complejos, que piden inteligencia emocional y creativa, como la de atender y convencer a los clientes o diseñar la estrategia de comercialización de producto”.
En el sector del comercio, el estudio asegura que el 92% de las tareas que realiza un dependiente son automatizables. Sin embargo, de momento, la tecnología “no ha avanzado lo bastante para desarrollar robots con sentido común o con capacidad para desplazarse cuando hay obstáculos, como aquellos robots que podrían ordenar la ropa en una tienda o colocar cajas de cereales en un super mercados”, explica el responsable de la Asociación Española de Robó tic a, MarcOllé. A unque apunta que es “cuestión de tiempo que esta tecnología llegue ”. De hecho, según los últimos datos de la International Federation of Robotics, del 2015, el número de robots vendidos en el sector de robótica de servicios, ascendió a 41.060 unidades, un 25% más que el año anterior. Y la previsión es que los datos conti- núen al alza. De momento, las máquinas que tienen más éxito en el sector del comercio son las de pago. Emiliano Maroto, secretario general de Agrupamiento de Tenderos y Comerciantes de Catalunya, explica que desde la asociación, se están vendiendo cajones inteligentes, que devuelven el cambio y controlan las existencias de cada tienda.
Aun así, comen ta que la implantación de las máquinas es todavía escasa .“La caja se irá instalando a medida que las nuevas generaciones tomen el relevo delos establecimien– tos. Pero el trato y el asesoramiento nunca desaparecerán en un comercio tradicional, es el rasgo diferencial”.
De hecho, la idea de que la automatización acabará con el personal del sector de cara al público no la comparten ni los sindicatos de trabajadores. Ramón González, secretario de Acción Sindical en el sector de servicios de CC.OO., cree que “la automatización en tareas de cara al público queda lejos de la situación actual, en la cual el factor humanoes un activo a conservar teniendo en cuenta el auge del comercio electrónico, ya sea en tiendas grandes o pequeñas”.
Así que,con la tecnología que todavía tiene que llegar y la poca voluntad que, por ahora, hay en el sector, todavía queda tiempo para tratar con dependientes, recepcionis– tas, taxistas y panaderos. Para bien o para mal.