El terrible Ibex 35
Podemos cree que una trama empresarial controla política y Estado
Existe la economía de amiguetes, pero de ahí a decir que hay una trama que mueve los hilos hay un abismo
¿Quién manda en España? Pues quien controla el Boletín Oficial del Estado. Es decir, el Presidente del Gobierno junto a la Justicia y a la Policía. El resto son cuentos de caballería. Algo tan obvio, aparece ahora cuestionado por buena parte de la opinión pública y por la izquierda radical en particular. Piensa que hay una “trama financiera y empresarial” que lo maneja todo. Esa “mano negra” es el Ibex 35, cuyos tentáculos llegan a todas las instituciones del Estado.
Así, lo que es un simple indicador bursátil se ha convertido en un “personaje inquietante” como afirma Pepe García Abad, autor de El malvado Ibex. Algo parecido se de- cía durante el franquismo, entonces eran los masones quienes estaban detrás de todas las grandes decisiones políticas y militares y el Opus Dei manejaba el entramado político. Ahora mandan el Mercado y el Ibex-35. Sin embargo, a nadie en su sano juicio se le ocurre decir que el Nasdaq, el Dax, el Euro Stoxx 50, el S&P 500 o el Dow Jones son “una especie de secta donde se concentran el poder político, económico y mediático”, y mucho menos que actúan coordinadamente para manejar el mundo.
Ya les gustaría a los presidentes de las grandes empresas mandar tanto como le atribuye la izquierda. La realidad es que tienen más de tigres con dientes de papel que de dragones agazapados en las cavernas del poder. Si no fuese así el presidente de Endesa, Manuel Pizarro, no habría quedado pulverizado cuando se enfrentó a Zapatero; ni M ario Conde hubiese terminado en la cárcel cuando retó a Aznar; ni Ruiz Mateos hubiese sido destruido cuando desafió a Felipe González. Quien la hace, la paga. Y si no que se lo pregunten a las ilustrísimas familias de Neguri cuando perdieron el control del BBV con Emilio Ybarra; o a Javier de la Rosa cuando intentó controlar el Hispa- no o a Luis delRiv ero cuando protagonizó el asalto alBB VA. Quien se enfrenta al Estado queda aplastado, como muy bien sabe Jordi Pujol a quien de nada le sirvió Banca Catalana ni la Generalitat de Catalunya.
Una cosa es influir y otra es mandar. Los señores que viven en las altas torres influyen mucho, pero mandanpoco. Si esto nofuese así no hubiéramos visto desfilar a Botín o Alierta por los juzgados; ni la CNMC hubiera puesto las fuertes multas que ha puesto. Es innegable que existe la economía de “amiguetes”, como también funciona el llamado “banco de favores” o corrupción. Pero de ahí a decir que existe una trama que concentra todo el poder político, económico y mediático moviendo los hilos de forma coordinada, hay todo un abismo. Ni el Ibex-35 trabaja “para que haya un gobierno conservador”, como dice Pedro Sánchez, ni tampoco impide que Podemos gobierne o que Catal un ya sea independiente, como cree Iglesias. Sin duda, los presidentes de las grandes corporaciones no quieren ver a la izquierda radical gobernando España nial os independentistas salirse con la suya, pero ellos no lo pueden evitar. La cruda realidad esquela derecha económica no existe. Cada empresa defiende sus propios intereses y trata de llevarse bien con el gobierno de turno, sea del color que sea.