La opinión del experto
Aunque muchas veces pueda parecer que Madrid y Barcelona se encuentran a años luz de distancia en cualquier cuestión, recientemente han encontrado un punto de coincidencia. Se trata de las intenciones que tienen los responsables políticos de ambas ciudades respecto a las cacareadas restricciones de tráfico, que si se aplican sin sentido común pueden originar colapsos sociales de dimensiones colosales. Es evidente que la contaminación atmosférica actual de las principales capitales del mundo reclama reacciones inmediatas, pero no es menos cierto que sería deseable también dejarse aconsejar por los expertos en la materia para encontrar soluciones razonables.
El presidente del RACC, Josep Mateu, ha enviado una carta a los socios de la entidad que conduce para expresar su opinión sobre la batería de medidas restrictivas que quieren implantarse en Catalunya, y que van a contar con la alianza de la Generalitat y los ayuntamientos de Barcelona y su entorno metropolitano. El dirigente de este gigantesco club reconoce la necesidad de tomar medidas para mejorar la calidad del aire, pero advierte que resulta imprescindible asimismo garantizar en todo momento la movilidad de las personas. Para apoyar cualquier prohibición, detalla que deben realizarse previamente mejoras significativas en el transporte público y establecer ayudas económicas destinadas a los colectivos más vulnerables que tengan que cambiar de vehículo.
El máximo responsable del RACC aporta diversas soluciones que deberían tenerse en cuenta si se quiere rebajar el índice de polución atmosférica de modo digerible. Potenciar los aparcamientos disuasorios. Extender la velocidad variable a todos los accesos metropolitanos. Implantar carriles BusVAO de bajo costo de inversión. Eliminar las unidades diésel de la flota de autobuses urbanos. Incentivar la compra de vehículos sin emisiones. Esta es la receta de un verdadero experto en el tema. A ver si tenemos la suerte de que su opinión empape los órganos de la política catalana.