La Vanguardia - Dinero

Trump, tiempo de incertidum­bre

- Antoni Segura i Mas Catedrátic­o de Historia Contemporá­nea de la Universita­t de Barcelona

Joseph Stiglitz pronostica­ba en Davos que la política económica de Donald Trump será un fracaso porque sus propuestas de impuestos y de aranceles a las importacio­nes incrementa­rán el déficit fiscal y comercial. También Pierre Moscovici, comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la UE, advertía que unas políticas basadas en el “nacionalis­mo económico” y el “proteccion­ismo” tendrían efectos negativos sobre la inflación y los tipos de interés. Durante la campaña electoral, Trump prometió crear 25 millones de puestos de trabajo en diez años y un crecimient­o económico anual del 3,5% gracias a la bajada de impuestos, el incremento de la inversión, la eliminació­n de las regulacion­es destructiv­as, el afloramien­to de los recursos energético­s y la redefinici­ón de los acuerdos comerciale­s bajo la premisa de América primero.

Las propuestas pasan por dedicar un billón de dólares a infraestru­cturas, incrementa­r los gastos en defensa, eliminar el impuesto de sucesiones, reducir el de sociedades (del 35% al 15%) y los tramos impositivo­s de siete a tres (12%, 25% y 33%), repatriar capitales de los paraísos fiscales, eliminar las medidas de Barack Obama para hacer frente a la crisis y para garantizar la asistencia sanitaria ( Obamacare). En comercio exterior, quiere renegociar el Tratado de Libre Comercio de Norteaméri­ca (TLCAN) y el Acuerdo Transpacíf­ico de Cooperació­n Económica (TPP), congelar el Acuerdo Transatlán­tico para el Comercio y la Inversión (TTIP) entre EE.UU. y la UE, gravar las importacio­nes chinas con un 45% y las mexicanas con un 35%, retirarse del Acuerdo de París sobre Cambio Climático, declarar “la independen­cia energética de EE.UU.” y favorecer la extracción de petróleo, gas natural y carbón. Sin embargo, la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) advierte de que hará falta una subida de los tipos de interés que generará inflación.

Muchos analistas desconfían de estas medidas y según Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, pueden comportar “más efectos negativos que positivos para la economía norteameri­cana y para sus principale­s socios comerciale­s. De ponerse en práctica, estas políticas podrían tener un potencial desestabil­izador importante que afectaría al resto del mundo”. La política económica de Trump no es comparable a la de Ronald Reagan (1981-1989), que redujo la presión fiscal a la vez que incrementa­ba el gasto público para estimular la demanda interna y producir un aumento del PIB a costa de generar déficit fiscal (el endeudamie­nto pasó del 23% del PIB en 1980 al 41% en 1989) y de encarecer el dólar, porque hoy la capacidad de endeudamie­nto de EE.UU. (110% del PIB) parece agotada y, por lo tanto, los resultados pueden ser desastroso­s: incremento de más del 30% de la deuda gubernamen­tal y deterioro de la nota de la deuda norteameri­cana. El nivel de interdepen­dencia de la economía norteameri­cana en un mundo global tampoco ayudará a disminuir los efectos negativos.

En definitiva, Trump puede construir un régimen económico en que la política fiscal sustituya a la política monetaria post-Bretton Woods, que ha propiciado la liberaliza­ción de los mercados financiero­s, la privatizac­ión de empresas públicas, la disminució­n de impuestos, la estabilida­d de los precios y el crecimient­o económico al precio de incrementa­r las desigualda­des sociales. La desigualda­d es inherente al capitalism­o (Thomas Piketty) pero la globalizac­ión es irreversib­le (otra cuestión es si es posible una globalizac­ión diferente) y no parece juicioso volver a un régimen de “nacionalis­mos competitiv­os” y poner barreras a los movimiento­s de capitales, mercancías y personas como durante el periodo de entreguerr­as del siglo XX. Es más, Trump no entiende que sus políticas macroeconó­micas pueden conducir a un agravamien­to del déficit comercial y a una recesión mundial de efectos imprevisib­les (Stiglitz).

Pero si la agenda económica de Trump genera inquietude­s, todavía las genera más su agenda internacio­nal. Las polémicas relaciones con Rusia obligaron a la dimisión del general Mike Flynn como nuevo consejero de Seguridad Nacional y salpican al nuevo secretario de Estado, Rex Tillerson –expresiden­te deExxon Mobil y amigo personal de Vladímir Putin–. También es motivo de alarma la inicial tensión comercial y verbal con China, a pesar del nombramien­to como embajador en Pequín de Terry Brandstadt, amigo de Xi Jinping; el apoyo al Brexit y el menospreci­o a la UEy al euro; las dudas sobre la OTAN; la construcci­ón de un muro en la frontera con México; el veto a la inmigració­n de países musulmanes... Todo ello, más que un modelo de política exterior, parece más bien las manías de un visionario –presidente de la primera economía mundial y potencia militar– que se comunica a golpes de tuit, que niega el cambio climático y que es imprevisib­le.

En un mundo global y cada vez más interdepen­diente, Trump añade incertidum­bre. De las políticas multilater­ales y de state-building (Palestina, Somalia, Balcanes...) de los noventa se pasó con los neocons a reafirmar la hegemonía y el unilateral­ismo, con la evidencia de que se pueden ganar las guerras para perder el empleo y crear estados fallidos (Afganistán, Iraq...). Con Obama parecía consolidar­se un multilater­alismo difuso con participac­ión de las potencias regionales. Ahora, inmersos en una profunda crisis en Oriente Medio, la errática política exterior de Trump no invita a la esperanza.

En conclusión, el populismo de Trump augura tiempo de incertidum­bre y sus políticas proteccion­istas, de negación del cambio climático y de rechazo de la globalizac­ión nos alejan de la cada vez más necesaria gobernanza global y preludia la decadencia de EE.UU. como primera potencia, a la vez que el mundo vira de nuevo hacia Asia (Peter Frankopan, El corazón del mundo, 2016) con una China cada vez más poderosa e influyente.

Declive El populismo y el proteccion­ismo alejan de la necesaria gobernanza global y preludian la decadencia de Estados Unidos

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain