Coyuntura favorable
El primer trimestre del año ha sido muy positivo para las bolsas en general y para las europeas en particular, hasta el punto de que el Ibex-35 ha recorrido, en un único trimestre, un tercio del camino que le quedaba hasta alcanzar su valor fundamental, y el Eurostoxx50 una cuarta parte del mismo. Los descuentos fundamentales, y con ello las oportunidades de invertir en empresas baratas, se están reduciendo a buen ritmo.
Hemos asistido a una fortaleza generalizada de las cifras económicas presentadas, con una batería de los denominados datos adelantados especialmente esperanzadora. Las revisiones de beneficios están siendo al alza, en Europa se espera ahora que los beneficios empresariales crezcan este año un 15% cuando hace unos meses se esperaba que lo hicieran en un 12%. La penalización por prima de riesgo política sigue descendiendo. Ni la toma de posesión de Donald Trump, ni su revés con el Obamacare, ni las elecciones holandesas, ni el hecho de que el Reino Unido apretara el botón del Brexit han alterado en lo más mínimo al mercado. Las encuestas de las inminentes elecciones francesas recogen que, si bien Le Pen tiene unas elevadas posibilidades de ganar en la primera vuelta, se ve superada en la segunda vuelta por Macron por 24 puntos de diferencia. Otras características de la situación actual son la entrada de dinero institucional en las bolsas, tanto doméstico como transfronterizo; la existencia de multitud de inversores que esperan un recorte de las bolsas para comprar, y finalmente el fácil reemplazo para un inversor de aquellas empresas que han alcanzado ya su valor fundamental con otras que mantienen aún descuentos importantes. Sólo encuentro un sector en que las oportunidades escasean: el tecnológico.