Los preferidos
Lainclinación preferente delos inversores se haidoinclinando enlos últimos meses hacia los fondos de inversión con mayor componente de riesgo, es decir, con mayor proporción de activos de renta variable en sus carteras. La positiva trayectoria alcista de las bolsas en los últimos meses ha destapado este interés por los fondos más volcados en la renta variable. La renta fija ha dejado de ser un activo preferente, lo que se explica por las pérdidas que presentan numerosos fondos de este tipo desde hace unos meses.
En estos tres primeros meses del año, el patrimonio de los fondos aumentó en 9.400 millones de euros, de los cuales un 65% refleja las aportaciones netas de dinero por parte de los inversoresyel 35%r estantees el resultado de las ganan- cias obtenidas en los mercados. El conjunto de los fondos ha presentado una rentabilidad media del 1,39% en el primer trimestre, aunque en los doce últimos meses las inversiones han registrado un rendimiento global del 3,97%.
De los diez tipos de fondos de inversión con mayor volumen de aportaciones netas de los inversores, los fondos de tipo conservador y defensivo han desaparecido prácticamente de la lista. El liderazgo lo han asumido durante el primer trimestre del año los fondos de tipo global, es decir, aquellos en los que el gestor cuenta con plena libertad para moverse en los mercados. Su rentabilidad no ha sido muy brillante, poco más del 2% de media, pero supera de largo las ganancias de los fondos de perfil más conservador en los que se ha venido refugiando buena parte del ahorro en los últimos años.
La vanguardia de las ganancias enel primer trimestre del añoseha plasmado en los fondos bursátiles que invierten en la Bolsa española y en los mercados emergentes, con ganancias superiores al 9% en ambos casos pero que en términos anuales superan el 20% de beneficio acumulado. Estos dos tipos de fondos hancontado con aportaciones positivas aunque no han sido las de mayor cuantía ya que en el caso de los fondos que operan en la Bolsa española apenas superan los 430 millones de euros en los tres primeros meses del año, cifra modesta para el volumen de dinero que se mueve en el mercado español de renta variable.