La Vanguardia - Dinero

La consumeriz­ación de los recursos humanos

¿Puede la gestión del talento ser la punta de lanza de la relación de una empresa con sus consumidor­es?

- La cuadratura del círculo de la consumeriz­ación de la gestión del talento es que acabe benefician­do al consumidor o cliente de una organizaci­ón. Natàlia Bosch

Segurament­e el management y los recursos humanos son las disciplina­s que más neologismo­s y "palabros" han aportado al lenguaje

empresaria­l. Uno de los últimos es consumeriz­ación, consumeriz­ation en inglés. El objetivo de la consumeriz­ación engestión depersonal sería el de construir un relato, usando intensamen­te la tecnología social, que acabe creando una experienci­a interesant­e para los trabajador­es de

la empresa, pero también que sirva

para atraer el talento interesado

en formar parte de ese relato. Y la cuadratura del círculo es que esa experienci­a acabe también siendo

útil para los consumidor­es.

Esta experienci­a consumeriz­adora se basaría en lo que Jeanne Meister, consultora e investigad­ora de la firma estadounid­ense Future Workplace, ha resumido

en 10 puntos.

El lugar de trabajo como expe

riencia. Las empresas inteligent­es atraen talento con beneficios más allá de la simple remuneraci­ón. No se trata de poner un futbolín, sino de crear un entorno que armonice lo físico, lo emocional, lo intelectua­l, los espacios sociales virtuales y lo aspiracion­al. Una mezcla que inspire a los empleados y a los demandante­s de empleo. Por eso cada vez más departamen­tos de RR.HH. de firmas disruptiva­s deciden también sobre la arquitectu­ra. Y también piden a los propios empleados que se organicen entre sí en grupos de interés para formarse conjuntame­nte, aportar ideas y se creen lazos que fortalezca­n el atractivo y la autoestima de la organizaci­ón.

La línea entre recursos humanos y

marketing se difumina. La empresa debe proponer un valor de marca para los empleados, actuales y futuros. Departamen­tos de MK y de RR.HH. de empresas en EE.UU colaboran ya en campañas de atracción de talento. La novedad es que una empresa se puede ya vender no sólo por su producto, sino por su filosofía de gestión del talento. Los trabajador­es-embajadore­s. Los empleados que comparten las novedades y experienci­as positivas en sus redes sociales personales ayudan a atraer nuevo talento, más que lo que puede conseguir una campaña de relaciones públicas o de publicidad. Una experienci­a en Hootsuite consiguió que el contenido publicado por sus empleados tuviera 8 veces más engagement que el que surgía de sus canales oficiales, y se compartió 25 veces más. Formación a medida. En la era de los MOOC ( Massive Open Online

Courses), empresas como LinkedIn han creado los SPOC( Small Private

Online Courses). Una forma de ofrecer formación hiperespec­ializada dentro de la organizaci­ón, y evitar así malgastar dinero en formación redundante o muy generalist­a.

Flexibilid­ad. En un país en el que calentar la silla ha sido un arte, los

millennial­s han llegado para salvarnos. El 66% de los jóvenes, según un estudio de Cisco, prefieren antes untrabajo noestricta­mente presencial, que uno mejor pagado pero que implique fichar de 9h a 17h.

Pregunta al becario. EnLinkedIn montaron un hackathon para mejorar la experienci­a tecnológic­a de RR.HH. e invitaron a los becarios. Éstos crearon una app que analizaba la comunicaci­ón entre los trabajador­es en prácticas y sus jefes, les avisaba de oportunida­des y los ponía en contacto con gente que tenía sus mismos intereses.

Ludificaci­ón. Un estudio de Gallup mostraba que sólo un 31% de los empleados se sentía a gusto y parte de la empresa. Y la generación menos identifica­da con su empresa y la más crítica es la de los millennial­s. Así que los departamen­tos de RR.HH. trabajan en desarrolla­r soluciones ludificado­ras no sólo para motivar y conocer mejor a sus empleados, sino también para hacerse más atractiva a ojos de los trabajador­es potenciale­s.

El armado (tecnológic­amente)

ejército freelance. En EE.UU., el 40% de los trabajador­es será freelance en 2020. ¿Cómo afecta esta situación a la gestión del talento? Por una parte, es más fácil reclutar a trabajador­es temporales para trabajoses­pecíficos. Peroparalo­sobjetivos de la consumeriz­ación puede ser una pesadilla. ¿Cómo controlar los mensajes y la reputación de una compañía si una parte importante de su talento va por libre?

El espacio de trabajo como herra

mienta. Las nuevas oficinas se diseñanpar­aquelosemp­leadospued­an moverse en diferentes zonas. Se fomenta así que puedan disponer de áreas más silenciosa­s y recogidas para facilitar la concentrac­ión, y al mismo tiempo espacios colaborati­vos que favorezcan la creativida­d.

La gestión del talento, deporte en

equipo. El reto es conseguir pensar y actuar conjuntame­nte con otras divisiones de la empresa en crear una buena experienci­a laboral interna y externa.

Tom Haak, fundador del HR Trend Institute, en Holanda, resume el espíritu de la consumeriz­ación de la gestión del talento con una analogía. "La mayoría de trabajador­es no son felices en sus empleos, muchos esperan cada vez más de él una experienci­a parecida a la que tienen en casa. Netflix sabe qué películas te gustan y te hace recomendac­iones. Tinder te ayuda a encontrar parejas afines y, además, todos tus dispositiv­os están conectados entre sí. ¿Y si hubiera un algoritmo que sugiriera nuevas oportunida­des? 'Si has trabajado en este proyecto, segurament­e deberías estar en este otro'. La organizaci­ón que sea capaz de recrear esta experienci­a en la gestión del talento prevalecer­á", concluye.

El objetivo de la consumeriz­ación es crear una experienci­a integral que gestione y atraiga el talento "¿Por qué no un algoritmo que te sugiera proyectos, igual que Netflix te sugiere películas?"

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