Más recursos para nuevas líneas
Adif Alta Velocidad prevé incrementar su deuda en 3.000 millones para seguir construyendo los corredores iniciados
La CNMC y el Tribunal de Cuentas han avisado del riesgo de un endeudamiento tan elevado La liberalización del transporte ferroviario de viajeros, prevista para el 2020, abre nuevas incógnitas
Completar los corredores ya iniciados. Este es el compromiso del Gobierno para los próximos años. Además de tirar del presupuesto del Estado todo lo que dé de sí –hay fuertes limitaciones para cumplir los compromisos con la Unión Europea–, aumentará la financiación externa de Adif Alta Velocidad, el ente empresarial de Fomento que se encarga de las obras del tren veloz. Al no recibir subvenciones, la deuda de esta compañía no computa como pública. A 31 de diciembre de 2016, este brazo inversor dependiente del ministerio debía 14.341 millones de euros. La previsión del Ejecutivo de Mariano Rajoy es que en el presente ejercicio la cifra se eleve en más de 3.000 millones para situarse en 17.760 millones.
La mayor parte de la deuda de Adif Alta Velocidad al cierre del 2016 era con el Banco Europeo de Inversiones (BEI), 9.803 millones de euros. Otras entidades (BBVA, Sabadell, Santander e ICO) suman 1.347 millones. Y las emisiones de bonos a renta fija, 3.190 millones. El grueso de los vencimientos son a largo plazo, cuando la red de altas prestaciones ya debería estar construida. Hasta el 2021 vencen anualmente préstamos inferiores a 700 millones. Enel 2022, la cantidad sube a 1.735 millones, en el 2023 se reduce a 434 millones; en el 2024 vencen 1.434 millones; 1.421 millones en el 2025, y 6.765 del 2026 en adelante.
En el pasado ejercicio, Adif Alta Velocidad mantuvo su deuda estable debido en gran medida a la para- lización de obras afectadas por desacuerdos con las constructoras motivados por los elevados sobrecostes y que en algunos casos supuso la rescisión de los contratos. Pero esta situación va a cambiar en el 2017. Este incremento de la financiación externa previsto ene lente que preside Juan Bravo parece desoír los avisos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y del Tribunal de Cuentas, El primer organismo alertó el añopasadodel riesgo quecorre esta empresa pública si engorda su deuda. El segundo hizo lo mismoen 2015. La explotación de la red tampoco dará para alegrías. El proyecto de Presupuestos Generales del Estado prevé que Adif Alta Velocidad cierre el 2017 con una cifra de negocio de 995 millones de euros y unas pérdidas de 353 millones.
Por otra parte, la división de Adif que se ocupa del resto de la red, la convencional y cuya deuda sí que computa para el Estado, perderá, según el proyecto de presupuestos, 138 millones, tras haber ingresado 688 millones. Al cierre del 2017 deberá 962 millones.
Renfe estará muy pendiente de la situación de su filial de mercancías, que va a acometer un plan de ajuste este año que debe permitir le salir de sus endémicos números rojo senesta actividad. En cualquier caso, fue la alta velocidad la que propició al grupo operador beneficios en 2015 por vez primera en su historia, una situación que no pudo repetir en 2016 debido a la multa de 65 millones impuesta por la CNMC por practicas antimonopolio en el transporte de mercancías y que la compañía prevé imputar a ese ejercicio. Enel 2017, el Gobierno estima que Renfe vuelva a tener unresultado positivo, de 34 millones, a partir de unos ingresos de 2.587 millones. La deuda se prevé de 5.128 millones.
El Ejecutivo estudia integrar las dos empresas ferroviarias en un holding para optimizar el funcionamiento de la red y fortalecer suposición de cara ala libera liza ciónd el transporte de viajeros prevista para el 2020 en el conjunto de la U E. Esta unión del administrador y del operador plantea muchas dudas en el sector en cuanto a su afectación en la competencia, que es justamente lo que persigue la liberalización: más empresas en el mercado y precios más bajos para el viajero.