Iniciativas sociales bien canalizadas
Filantropía Es conveniente que las empresas y familias con tradición de apoyo social lo hagan a través de iniciativas ya consolidadas
Warren Buffett dio 37.000 millones, el 80% de su patrimonio el año 2006, a cinco fundaciones, entre ellas la Fundación Bill y Melinda Gates. El multimillonario podía haber constituido un gran proyecto filantrópico a su nombre, pero decidió renunciar a su protagonismo y sumarse a proyectos de entidades que ya estaban demostrando su eficacia.
En el mundo de la empresa catalana se ha ironizado con el hecho de que el emprendedor prefiere una tienda modesta controlada por él antes que tener un porcentaje minoritario en el accionariado de un gran distribuidor. Esta forma de actuar se traduce a la filantropía de la empresa o las fortunas familiares. Desde el mundo económico, a menudo se constituyen fundaciones con las mejores intenciones, pensando que el proyecto que se pone en marcha es muy necesario, y también pensando en la ventaja de los beneficios fiscales, pero con unas capacidades limitadas para desarrollar iniciativas propias y a menudo sin reflexionar si esa es la forma más eficiente de sacar rendimiento a un legado o una donación. Incluso se mira con suspicacia cuando se acercan entidades porque se perciben las ineficiencias y se consideran ya financiadas por otras vías.
Valorando la filantropía, las excelentes intenciones de unas familias y empresas que han hecho tradición del sostén de la iniciativa social, sería interesante canalizarlo con una perspectiva amplia y a través de las iniciativas existentes, como hacen muchas personas y organizaciones. Ineficiencias hay en todas las organizaciones, pero las causas colectivas gestionadas por entidades sociales se han mostrado eficaces correas de transmisión en la atención a las inquietudes del conjunto de la sociedad. Fortalecer y empoderar las organizaciones, influyendo desde un compromiso global y haciendo aportaciones significativas, si así se considera, puede ser una excelente forma de filantropía. Seguro que fundaciones y pequeñas asociaciones están abiertas a la participación en general e, incluso, en sus órganos de gobierno, cuando hay aportaciones económicas a la vez que propuestas realistas y bien fundamentadas sobre el proyecto. Las sinergias que la empresa puede aportar a proyectos de interés general, incluyendo colaboraciones profesionales, pueden suponer mucho más que los recursos dados.
Una verdadera responsabilidad social corporativa o familiar incluye una propuesta de valor para la empresa, a la vez que para la sociedad en general. ¿Qué mayor contribución que unir esfuerzos con los actores surgidos de la iniciativa social, sumando capacidades para hacer efectiva una misión común? Seguro que, con la doble generosidad, económica y de implicación en el proyecto, las contribuciones incrementan su rendimiento.