La revolución interior
Surfeando por la cresta del éxito, Range Rover desvela el apasionante universo tecnológico del Velar
Nadie pretende poner en duda que el principal motivo de compra de los automóviles en el mercado español pueda seguir siendo durante mucho tiempo el diseño de su carrocería. Pero de vez en cuando surgen modelos muy concretos que pretenden convencer a los conductores mediante otras vertientes alternativas igualmente interesantes. Sin olvidarse de apostar por una imagen realmente sugerente, sinónimo de éxito comercial, el Range Rover Velar prefiere seducir a los amantes de la tecnología de vanguardia a través de su revolucionaria configuración interior.
Dotado con una esbelta y atractiva silueta, cuyas dimensiones lo van a situar entre el Evoque y el Range Sport para completar la gama de la firma británica, el Velar sorprende muy especialmente por la avanzada concepción del espacio que envuelve a los pasajeros. Quien tenga la ocasión de aprovechar su presencia en el Automobile Barcelona para acceder al interior de este innovador proyecto, quedará sorprendido sin duda por su dibujo minimalista. En un espacio que prescinde de los mandos y los elementos de lectura convencionales, se ha preferido otorgar todo el protagonismo a la instrumentación digital.
Equipado con sendas pantallas táctiles gigantescas, el Velar despierta su completa instrumentación cuando se activa el contacto. De funcionamiento muy intuitivo y fácil manejo, no es necesario recibir ningún tipo de explicación para manipular la práctica totalidad de las funciones disponibles. En esta ocasión, los únicos elementos que siguen siendo gestionados mediante mandos giratorios son la temperatura del sistema de climatización y el volumen del equipo musical, dos funciones que todavía no han encontrado una solución mejor en el universo de la digitalización táctil.
Homenaje al pasado Los aficionados a los automóviles que han marcado hitos importantes en el pasado deberían reservar un espacio en su memoria para inmortalizar el carismático guiño histórico que se ejecuta con el Velar. No en vano, esta fue precisamente la denominación elegida para identificar el rutilante prototipo desvelado en 1969, un coche emblemático que significó poner el semáforo en verde para que un año más tarde naciera la serie Range Rover.
Dotado con carrocería de aluminio para rebajar su peso, el nuevo modelo de la lujosa firma británica especializada en automóviles de vocación montañera anuncia un intachable comportamiento en carretera como su principal argumento de venta. Con un acabado interior comparable al de sus hermanos de marca en términos de prestancia, el Velar destacará asimismo por la modernidad determinada por sus líneas simples y nítidas. Y como se podía suponer en un coche tan osado, es posible manipular diversas funciones a distancia mediante la aplicación de smartphone correspondiente.
Al prescindir de mandos y elementos convencionales, gana protagonismo la aportación digital