Mucho ruido y pocas nueces
La aprobación de los presupuestos unida a la moción de censura de Pablo Iglesias y el triunfo de Pedro Sánchez garantizan a Rajoy una legislatura larga
Ni la moción de censura de Pablo Iglesias, ni el supuesto choque de trenes en Catalunya, ni la radicalización del nuevo PSOE, ni los casos de corrupción del PP están quitando el sueño a empresarios ni a banqueros. Al contrario, hay optimismo en los círculos del poder, donde se piensa que al margen del ruido mediático hay estabilidad política y económica.
La impresión es que al haberse encarrilado la aprobación de los presupuestos la legislatura será larga. Según se dice, el triunfo de Pedro Sánchez no produce ninguna inquietud. La continuidad del Gobierno no está amenazada ya que aunque quisiera hacerlo caer –cosa que pretende ahora porque necesita tiempo para restañar las heridas de su partido– no tiene la fuerza parlamentaria ni política suficientes para lograrlo. Ni siquiera la financiación ilegal del PPsuponeuna amenaza grave para Rajoy, ya que la lucha contra la corrupción ha permitido poner coto a la impunidad.
En contra de lo que parece, tras las primarias socialistas se ha desbloqueado la legislatura y se ha puesto punto final a un periodo de interinidad en el PSOE que había conducido a la parálisis parlamentaria en los últimos ocho meses. Los populares ya saben que no pueden contar con los socialistas para sacar sus iniciativas, por lo que tendrán que buscar el apoyo en partidos
bisagra como siempre lo ha hecho. Es decir, en el PNV, en el PDECat y en Coalición Canaria. Cualquiera de ellas le proporcionarán apoyos puntuales a cambio de contrapartidas políticas, como ha pasado con los presupuestos oconlaconvalidación del decreto ley de la estiba. Las reglas del juego ya están claras.
Respecto a los pactos de Estado, no está nada claro que el nuevo PSOE no vaya a participar en ellos. Si quiere seguir siendo un partido de poder no le va a quedar más remedio que negociar cuestiones como la reforma de la justicia, de la educación, la reforma de la Constitución, las pensiones, etcétera. No hay que olvidar que en el 2011 Rajoy también hizo una durísima oposición de desgaste a Rodríguez Zapatero y ello no evitó que se pusieran de acuerdo para cambiar el artículo 135 de la Constitución.
Sánchezesconsciente dequesise tira al monte su oposición se superpondrá a la de Podemos, estrategia que podría llevarle a la marginación. El partido socialista no puede entregar el centro político en bandeja de plata al PP y a Ciudadanos. Como ha hecho siempre el PSOE, dará una de cal y otra de arena. No tardaremos en reeditar el talante al tiempo que proclaman que son el “auténtico partido de izquierda español”. Esto que inevitablemente le llevará a enfrentarse a Podemos como su principal competidor.
Como me comentaba un destacado dirigente empresarial “si Sánchez logra neutralizar a Pablo Iglesias y le pone en su sitio, bienvenido sea”. Incluso algunos van más allá e intuyen que podríamos estar ante el inicio de una cierta recuperación del bipartidismo imperfecto ante la incapacidad de los nuevos partidos de articular una alternativa de poder creíble más allá de la coreografía. En cuanto al referéndum independentista, uno de los principales banqueroscatalanesmecomentaba en privado que al final “se terminará resolviendo con unas elecciones que ganará la izquierda. Esto abrirá un periodo de cuatro años para que la derecha se recomponga y se busque soluciones dialogadas”.