Vuelo de 13 horas apto para ‘millennials’
El ‘low cost’ pone a prueba al pasajero en los vuelos de largo recorrido con tarifas básicas y extras a precio de oro
El primer precio ofrece asiento asignado por la compañía, equipaje de mano y pantalla; todo el resto, se paga
El flamante A330 de Level huele a nuevo. Aparcado en el hangar de Iberia en el aeropuerto de El Prat, la compañía cuenta las horas para su primer vuelo: el viernes tiene previsto salir para San Francisco Oackland con 314 pasajeros a bordo y sin espacio para un alfiler. Sobre los 21 asientos de la clase Turista Premium, los pasajeros –que pagan entre 500 y 900 euros por trayecto– encontrarán un pequeño kit de aseo, unos auriculares que aíslan del ruido, una manta y una almohada.
El aspecto dela cabina es similar a la clase Turista Premium de Iberia, con 93 centímetros de distancia entre filas y pantalla individual de 12 pulgadas con películas de estreno y series; este mes progra- man La la land y El fundador, así como House of cards o The young pope. Al mediodía, disfrutarán de una comida de dos platos y postre: ensalada verde con queso; carrilleras al vino tinto con espárragos verdes o pasta rellena, y pastel de chocolate. Y les servirán varios snacks con bebida entre horas. Los viajeros llevan equipaje de mano y pueden facturar una maleta, sin cargo alguno. En definitiva, los pasajeros viajarán cómodamente, prácticamente como si lo hicieran en una aerolínea convencional.
Pero es al traspasar el umbral que separa la clase Premium de Turista cuando entramos en una dimensión desconocida, la que ofrece billetes desde 149 euros a Los Angeles y San Francisco, a 99 euros a Punta Cana o a 269 a Buenos Aires. La tarifa Level incluye un asiento (que te asigna la compañía), equipaje de mano y una pantalla de 9 pulgadas con entretenimiento a bordo. Punto. El resto, desde una almohada a un vaso de agua, llevar una maleta o elegir asiento junto a tu acompañante, se paga aparte. Y se paga a precio de oro. Un bocadillo cuesta 8 euros, uncafé 3,50, unplato de comida caliente entre 9 y 14 euros. El kit de manta y almohada cuesta 12 euros y un pequeño neceser con productos de marca, 20 euros. El servicio másdemocrático es el wifi, que es de pago para todas las tarifas y cuesta desde 8,99 una hora a 29 euros si se contrata para todo el vuelo. Todos los servicios están disponibles en la pantalla del entretenimiento y con facilidades de pago: con tarjeta o efectivo. “Elegir, elegir, elegir”, resume la azafata que muestra amablemente el avión.
Según asegura Willie Walsh, consejero delegado de IAGyprincipal impulsor del proyecto, “el 80% de nuestros pasajeros han comprado la tarifa básica, a la que luego suman los extras que necesitan”. También dice que más de la mitad pertenecen a la generación millennial –tienen entre 18 y 34 años–, y que “para muchos es su primer vuelo de larga distancia”.
Desde el metabuscador Liligo apuntan, no obstante, que muchas veces unvuelo low cost noessiempre la opción más interesante ni la más económica. “Hay ocasiones en que es más inteligente pagar algo más y disfrutar de las comodidades que ofrecen las compañías tradicionales, que como reacción al low cost lanzan buenas ofertas”, explican desde Liligo.