Estrenar casa en cuatro meses
La construcción a base de piezas industrializadas de hormigón se abre camino en el país del ladrillo
Las casas prefabricadas de hormi
gón no son ni bungalows de camping ni casitas de quita y pon baratas. "La confusión viene por la idea errónea que se tiene del concepto
prefabricado: muchos creen que son casas que te puedes llevar, cuando son viviendas que tienen la misma cimentación que una tradicional", explica Ricard Esquirol, director comercial de Hormipresa. Y es que destruir los mitos y los estereotipos de las viviendas prefabricadas es uno de los caballos de batalla de las empresas que se dedican a la construcción industrializada de casas de hormigón, cuenta Montserrat Pujol, gerente de Prêt-à-porter.
Prefabricada y 100% personalizable Puede parecer un oxímoron, pero nada más lejos de la realidad. Pujol explica que es como montar un Lego. Las piezas que componen la casa son prefabricadas (paredes, cubiertas, etc.), pero en función de cómo las combines se obtendrá un diseño u otro. Así, aun siendo casas estandarizadas, son viviendas a medida y 100% personalizables, desde los interiores hasta el exterior, como explica Ricard Esquirol: "El cliente elige. ¿Unacasa tradicional, vanguardista, grande, pequeña...? Hemos construido casas desde 117.000 hasta 1.700.000 euros. ¡Lo que se puede llegar a hacer!".
Un 20% más económicas Esta construcción industrializada ofrece muchas ventajas, aunque Pujol las resume en tres, que son una: "Control, control y control. Y control en construcción significa calidad y dinero". Calidad porque al trabajar en la nave industrial, el diseño y la fabricación se realizan mediante un control exhaustivo de todos los procesos. "En la construcción tradicional el día a día en la obra está lleno de imprevistos y variables: que si el clima, que si el humor con que se ha levantado el industrial... Y eso influye en la calidad del producto", asegura Gerardo Wadel, arquitecto y director de I+D de La Casa por el Tejado. Y también en el precio, porque el tiempo es dinero. "Cuanto más se dilata una obra, más cara será, porque durante esos meses de más deberás seguir pagando a los industriales", afirma Wadel.
De hecho, según Esquirol, esta es una de las razones que explican que las casas modulares, en igualdad de calidades, sean hasta un 20% más económicas que una convencional. Aunque Pujol añade que "el problema es que nunca estamos en igualdad, porque las calidades y las prestaciones que podemos ofrecer con este sistema de construcción son superiores. ¿Por qué? Porque controlamos mejor todos los parámetros. La construcción tradicional no es tan eficaz".
Más calidad y rapidez, y precio cerrado Y entre los parámetros que controlan está el precio final. "El precio que pactamos inicialmente con el cliente es el que pagará al entregarle las llaves. Ni un euro más", afirma Pujol. Y es que a diferencia de la construcción tradicional, donde los costes se van ajustando y escalando durante la obra, con este sistema todo se decide, se escoge y se fabrica antes. No hay imprevistos ni sobrecostes. "Cuando llegamos al terreno es solo para montar". Y el trabajo es rapidísimo, añade. "Hemos llegado a asustar a algún vecino, que se ha ido unos días de vacaciones y al volver se ha encontrado que en el solar vacío de al lado de su casa ahora hay una casa". Y no es una exageración. Según Pujol, en tan solo una semana se puede tener el chasis de la casa hecho. ¿Y la casa? "En cuatro meses, cuando en una obra tradicional se tardaría un año, un año y medio", asegura la gerente de Prêt-à-porter. Esta rapidez puede despertar cierta desconfianza en el usuario que asocia
rápido conbarato. Ricard Esquirol disipa las dudas con datos: "El Colegio de Arquitectos de Catalunya otorga a nuestras construcciones 180 años de vida sin mantenimiento estructural, el doble que el de una casa convencional".
¿Y qué hay de la sostenibilidad y la eficiencia energética de este sistema constructivo? Walder lo resume en una frase: "No hay materiales buenos o malos, sino una gestión correcta o incorrecta". En este sentido, Esquirol explica que se construye para que la casa aproveche la inercia propia del hormigón. "Con ello se logra que la vivienda actúe como una masía catalana, con una temperatura interior muy constante durante todo el año. Esto, unido a una serie de mejoras en cubiertas y aislamiento, se traduce en un ahorro de un 75% en calefacción y un 60% en refrigeración".
Con todas estas ventajas, ¿por qué la construcción industrializada es aún tan minoritaria en nuestro país? "Hay poca experiencia en este tipo de construcción y está muyatomizada", afirma Walder. "Además, España es un país de ladrillo". •