Borremos el adjetivo digital
Sin división En el futuro, pero ya en el presente, no podemos, ni podremos separar entre las empresas digitales de las no digitales
Llevamos casi una década debatiendo sobre la importancia y la relevancia de lo digital en los nego cios y los mercados. Creo que ya es hora de que todos, absolutamente todos, le demos carpetazo a este tema e intentemos asimilar que ese debate es ya caduco. ¿Cuándo entenderemos que lo digital en el mundo empresarial ya no puede entenderse como un adjetivo? Que no tenemos que hacer la transformación digital de ningún negocio o empresa sino simplemente la evolución. Está muy bien separar entre nativos digitales y no digitales, pero sólo para conocer la propensión que tienen algunos consumidores respecto al uso de los canales digitales y medios digitales, pero para nada más. En el futuro, pero ya en el presente, no podemos, ni podremos, separar empresas digitales de no digitales.
¿Alguien duda de que solo hay un mercado de la fotografía? Que cuando el consumidor decide no imprimir fotografías, ya no tiene ninguna importancia la cuota de mercado que tienes de papel o de revelado, y si no, que se lo pregunten a Kodak. ¿Y tan solo un único mercado de lo que llamábamos clasificados inmobiliarios? Que llega un momento donde ni las tiendas, ni el papel, ni las webs, incluso, son la forma de buscar pisos. Que una app, lo soluciona mejor. Que videoclub es una palabra compuesta que está más cerca de ser borrada del diccionario de la RAE que de otra cosa.
En la era de internet, no tiene mucho sentido salir de casa para recoger, y posteriormente, devolver una cinta de video o dvd, para verla en casa. ¿Olo sorprendente que es una enciclopedia y sus voluminosos tomos para nuestros hijos? Sorprendente, por poco manejable, desactualizada e incompleta respecto a su Wikipedia… y mucho más lenta de consultar, obviamente.
Así podría poner numerosos ejemplos adicionales que, siempre, mellevan a sintetizarlo todo en tres conceptos, que deseo analizar sobre lo digital o la digitalización. Primero, cómo internet o la digitalización irrumpe en un mercado, cualquiera que sea; segundo, cómo, tras ese primer suceso, el consumidor cambia su comportamiento o sus hábitos; y tercero, cómo tras los dos primeros, algunas empresas aprovechan para crear un negocio que aporta un valor diferencial a los que existían.
Vivimos seguramente en una de las épocas más complejas en la toma de decisiones empresariales, creo que no lo puede dudar nadie. Que los cambios de paradigmas suceden diariamente y los retos en cualquier mercado empiezan, por tan solo, y parece que sea poco, tratar de entender cómo, cuándo y cuánto debemos apostar por cambiar el enfoque de nuestro negocio.
En los próximos artículos, intentaré decodificar sucesos, tendencias o estrategias empresariales que tienen que ver con esa evolución de los negocios, que meparecen interesantes.