La “reflación de Trump” se disipa
Wall Street puso de moda “la reflación de Trump”. Los rumores se difunden más deprisa que la verdad y se dijo que los que invirtieran en acciones ganarían más de lo que jamás habían imaginado. Los grandes bancos americanos tuvieron el mejor cuarto trimestre de 2016, porque Trump les prometió liberarlos de las regulaciones de capital, libre ejercicio en las actividades más productivas y unas rebajas fiscales jamás imaginadas. Se preguntó a un banquero de Nueva York ¿Cuánto capital necesita un banco? La respuesta fue: cuanto menos mejor.
El nuevo gobierno prometió que invertiría en mega proyectos y serían repatriados más de un billón de dólares. Nada de eso se ha producido por ahora. En los mercados de divisas, el 95% de las transacciones son financieras y especulativas; el resto responde al pago del comercio de bienes y servicios mundiales. Y sucedió que el 20 de diciembre bastaban 1,0364 dólares para comprar un euro y muchos analistas vaticinaron la paridad. Ahora –y gracias a la victoria de Macron– para comprar un euro se necesitan 1,119 dólares (26 de mayo), lo que puede incomodar al presidente del BCE, pues eso abarata las importaciones y va en contra de su objetivo de alcanzar, sin superarla, una tasa de inflación del 2% anual.
Achacamos todos los males a la globalización y se dice que los mercados mundiales nos roban empleos y la competencia provoca que los salarios sean cada vez más bajos. Pero existe otra globalización oculta. La tecnología ha creado un gigantesco mercado único, sin barreras y leyes que lo controlen. Cuando el euro estuvo en riesgo de quiebra y se puso en duda el futuro de la Unión Europea, porque el Brexit pareció abrir las puertas al Frexit, los capitales de Estados Unidos dudaron. El propio presidente Trump aplaudió la fragmentación de Gran Bretaña y ensalzó el populismo radical de Francia.
Según Financial Times (R. Blackden), los inversores americanos representan el 16% de las bolsas europeas. La Unión de Bancos Suizos ha señalado que en los últimos doce meses se extrajeron cada día de Europa 130 millones de dólares. Ahora sucede todo lo contrario. Compran índices de las bolsas europeas a un ritmo diario de 570 millones de dólares. Los motivos de tipo político los alejaron de una Europa que parecía fragmentarse. Ahora vuelven porque las turbulencias políticas las tiene Estados Unidos.
¿Están baratas las acciones de las bolsas de Europa? Sí lo están, medidas por el PER (número de veces que el precio contiene los beneficios por acción), S&P 500 aumentó el 19%, pero Euro Stoxx 600 ganó un 27%. En las jornadas de la Obra Social La Caixa (Palafrugell) algunos anticiparon esas tendencias, pero los precarios acuerdos del G7 (Taormina) no nos van a llevar a Ítaca.
Mercados Existe otra globalización oculta; la tecnología ha creado un mercado único gigantesco, sin barreras y leyes que lo controlen