Las paradojas de un sector estratégico
“El turismo aporta muchos ingresos pero no genera riqueza”, asegura el economista Miquel Puig. Y respecto al empleo se manifiesta todavía más radical al afirmar que “a pesar de crear millones de puestos de trabajo no crea empleo”. Según Puig, los bajos salarios que paga el sector turístico son un lastre para las arcas del Estado, ya que el trabajador no genera los impuestos suficientes para compensar lo que utiliza del sistema, desde la sanidad hasta las pensiones. “En conclusión, la actividad turística acaba siendo subvencionada por el Estado”, que cubre lo que los trabajadores no pagan con sus impuestos. “La obsesión por tener récord de turistas es suicida”, sanciona, porque “cada turista que llega cuesta dinero al Estado”. Una situación que solamente se corregirá, dice con una profunda reforma de la legislación laboral, “urgente”.