El reto del nuevo sector
Más allá de las aplicaciones de experiencias locales, el ‘big data’ puede paliar los efectos de la turismofobia
La utilización de datos de los visitantes permitiría una mejor gestión de los servicios y el espacio público
Mientras el sector turístico culpa a las plataformas de alquiler de vivienda de gran parte de la mala fama que ha adquirido el turismo en los últimos meses, las aplicaciones defienden que sus propuestas permiten a los turistas integrarse de manera más sostenible entre los ciudadanos locales.
En Catalunya, donde la Generalitat ultima la regulación de nuevas modalidades de alojamiento turístico, la Confederación Empresarial de Hostelería y Restauración, Confecat, avisa que “la regulación que prepara la Generalitat en lugar ayudar a so- lucionar los problemas de convivencia que hemos vivido en el último año, especialmente en Barcelona, ayudarán a agravarlos”. En la misma línea, Exceltur denuncia que la oferta irregular de alojamiento “provoca efectos como la sobreoferta de alojamiento y el rechazo del ciudadano”.
Plataformas como Airbnb han apostado fuerte por la implicación de los ciudadanos locales tanto en su modalidad de alojamiento como, en el último año, su nueva plataforma de experiencias. Para contrarrestar reacciones adversas entre la sociedad y las administraciones, Airbnb ha lanzado el programa Turismo para la comunidad, con una inversión de cinco millones de euros en proyectos innovadores para ayudar a preservar e impulsar las costumbres locales y tradiciones. Según datos de Airbnb, la plataforma generará un impacto económico estimado de 340.000 millones de euros e impulsará la creación de un millón de empleos en Europa en el 2020.
Por su parte, la plataforma de experiencias Musement propone “ofrecer rutas alternativas propuestas por ciudadanos locales” y “aprovechar las nuevas tecnologías para facilitar a los turistas la gestión de sus visitas en todos los puntos de la ciudad” como vías para evitar la turismofobia”.
Al margen de la oferta de las diversas plataformas, “la utilización de datos de los visitantes por parte de las administraciones permitiría una mejor gestión de los servicios y el espacio público, evitando así los efectos perversos del turismo”, según explica Sergi Mesquida, profesor del master de Turismo de EADA Business School. “El mercado demanda nuevas aplicaciones que interpreten estos datos, que serían útiles tanto para los turistas como para los ciudadanos y las administraciones locales”, argumenta Mesquida. El análisis de datos y la Inteligencia Artificial aplicados al sector permitirán en un futuro, afirma, “acompañar al visitante desde el momento de inspiración del viaje hasta la reserva en horarios menos saturados”.