Simbiosis de lujo y tecnología
La firma japonesa exhibe las líneas maestras de la filosofía de diseño que caracterizará sus próximos coches
El prototipo japonés intenta interpretar aspectos relacionados con la conducción autónoma
Generar una firma visual que permita distinguir los automóviles de una marca respecto a los del resto de los fabricantes suele ser una labor tan compleja como arriesgada. Pero en un sector tan competitivo resulta imprescindible disponer de una imagen distintiva para marcar un territorio comercial propio para fidelizar a los infieles clientes. Este importante tipo de patrimonio, que Nissan está intentando consolidar a través de una vanguardista estética, es la característica principal de su flamante concept car Vmotion 2.0.
La nueva firma visual de la em- presa japonesa se inauguró con la llegada de la segunda generación del Qashqai, que sorprendió por las sugerentes formas de su zona frontal, presidida por la prominente V que describen al unísono el capó y la parrilla. Con el lanzamiento de la quinta generación del Micra, esta solución estética ha evolucionado para asumir aún más protagonismo. Con el proyecto Vmotion 2.0, inspirado en la gama actual y destinado a avanzar la esencia visual de sus próximos turismos, Nissan pretende protagonizar los salones automovilísticos más importantes.
A diferencia de otros prototipos que ejercen el papel de laboratorios rodantes, el chocante vehículo de Nissan tiene una misión más estética que funcional. Que los responsables del proyecto no hayan facilitado ningún dato técnico sobre su motorización indica su genética fundamentalmente decorativa. Pero lo que no se puede negar es que este coche hace gala de una combinación fuera de lo común de materiales de máxima categoría y una vocación tecnológica al servicio de la conducción autónoma.
Uno de los aspectos más destacables del Vmotion 2.0 son las sombras que crean las formas musculo- sas de su carrocería. Al usar una pintura especial compuesta por distintas capas que reacciona n según la incidencia de los rayos solares se crean unos interesantes efectos visuales que dan vida a la piel del coche, que sorprende por su sutil tono cobre. La futurista configuración del habitáculo, sin pilar central y las puertas de apertura opuesta, es un preludio para un mundo en el que los sistemas de conducción autónoma van a ganar protagonismo. Si los próximos modelos del afirma sacan provecho de las tendencias insinuadas en el Vmotion 2.0, su éxito comercial parece garantizado.