CRÍTICA DE ARTE HUELLAS EN LA TRANSPARENCIA
La exposición que Jordi Alcaraz presenta en su galería de siempre, la Joan Prats, está a punto de finalizar y es muyrecomendable. La selección reúne casi una veintena de obras inéditas, todas realizadas durante este año 2017. Alcaraz (Calella, 1963), igual que muchos artistas abstractos o figurativos, desarrolla variaciones a partir de unos pocos elementos y unas ideas ya apuntadas desde los inicios de su trayectoria. En este sentido es tan obsesivo como lo fueron Eduardo Chillida, Mark Rothko o Antonio Saura, por citar sólo tres ejemplos. Sin embargo, en cada nueva muestra ofrece variantes certeras. En esta selección hay bastantes obras sugestivas. Algunas de tamaño medio, como la que reproducimos. Y otras dos obras, por lo menos, meparecen de museo. Ycon mi usual claridad diré incluso que, concretamente, de Museu d’Art Contemporani de Barcelona (Macba). Son Autoretrat al taller (un gran cubo transparente con huellas de pasos) y el relieve Autoretrat, también ritmado por las huellas del artista.
La visión objetual de la obra de arte –como ventana, espejo, piel o solidez y opacidad atravesable–, la hibridación de pintura y escultura, la expresión mediante un diálogo entre la mancha (tinta) y la transparencia (metacrilato), la representación plástica como fijación de un proceso fluido, la forma entendida como huella o resultado de una acción en la materia, la concepción de la mirada como lectura de formas y señales, la reducción minimalista de elementos expresivos, la no renuncia a la expresión plástica, en la frontera con la casi no representación..., he aquí algunas de las claves de su obra. La obra de Alcaraz demuestra que es posible conciliar el rigor conceptual, la actitud experimental y la capacidad de expresión poética mediante materias y formas plásticas.