El prestigio del cava
Agustí Torelló Mata La firma, que mantiene su condición familiar, produce medio millar de botellas al año
Margarita Puig
Desde 1979, año en que nace el Kripta –uno de los grandes cavas del mundo elaborado con uva macabeo, xarel·lo y parellada–, hasta hoyhanpasadocasi 40años. Eseha sido el tiempo que ha invertido Agustí Torelló Mata en construir y afianzar su marca de cava de referencia. Ahora, cumplidos los 82 años, este viticultor vocacional sigue visitando a diario las cavas desde primera hora de la mañana, para seguir el proceso de primera mano, sin más intermediarios que los justos. Torelló Mata es un hombre del cava, forjado como todos los hijos de la posguerra, que suplió con el trabajo incansable y su apuesta porunacalidadimpecable las carencias de la época difícil que le tocó vivir.
Paso a paso, este hijo de sastres y músicos construyó una firma conocida en todo el mundo. Su carácter pionero le permitió recibir la primera medalla al mérito enológico del Ministerio de Agricultura. Ysucondición de viajero empedernido le ha descubierto prácticamente todos los rincones del planeta donde hay viñas y los secretos quecontribuyen a la calidad deunbuen cava o vino.
Así es como llegó también a presidir la Asociación Catalana de Enólogos y a fundar la Cofradía del Cava , pero sobre todo a trabajar por un producto sencillamente impecable.
Inquieto y profesional, levantó su empresa desde cero, para consolidar su marca entre las más laureadas por los mejores prescriptores nacionales y extranjeros. Tuvo su especial empuje cuando en el 2009 fue nombrado mejor cava en la prestigiosa lista Parker, la que publica anualmente Robert Parker, con 94 puntos. Sólo 11 cavas aparecieron en esa ocasión entre los Spain’s Top 100 Values, y sólo los 4 de la bodega Agustí Torelló Mata, obtuvieron una puntuación superior a los 91 puntos.
Hoy en manos de la segunda generación, con sus hijos Àlex –el enólogo de la bodega– y Gemma, abogada especialista en derecho vinícola, esta bodega sigue manteniendo su carácter eminentemente familiar. Arraigados en el Penedès, los Torelló Mata sólo trabajan las variedades autóctonas del cava, todo viticultura ecológica vendimiada a mano, y únicamente se dedican a lo más excelso. De estas cavas sólo salen reservas y grandes reservas.
Con una producción de 500.000 botellas al año, cerraron la pasada temporada, la del 2016, con una facturación de casi 4.000.000deeuros. Estosupone un incremento de un 11% respecto al año anterior, con una exportación del 20% y un mercado nacional repartido entre Catalunya 60%, yel 40% enelresto deEspaña. Cuidan el mínimo detalle de unas instalaciones impecables en los que, tal como advierte Gema Torelló, “hasta la música tiene su momento”. Sucede en el espacio inauguradoenel2015dondeelvisitante pasea ante una pantalla de más de 30 metros cuadrados al son de Vivaldi y las cuatro estaciones de trabajo de los Torelló Mata.