Oro negro, futuro gris en la faja del Orinoco
En la maltrecha región petrolífera de Venezuela, crece el miedo a posibles sanciones estadounidenses
Bajo tierra, yace un El Dorado negro; casi 300.000 millones debarriles de petróleo, las reservas de crudo más grandes del mundo. Pero, en la superficie, un viaje a través de la faja petrolífera del Río Orinoco de Venezuela, desde Barcelona, en el norte, hasta Ciudad Guyana, en la orilla del enorme río, cruza un paisaje de desabastecimiento crónico, trapicheo oportunista y preocupación por el futuro.
En el complejo petroquímico de José , en las afueras de la ciudad de Barcelona, solo se ve una llama parpadeando al atardecer ante las siluetas de chimeneas metálicas y las viejas mejoradoras necesarias para refinar el pesado crudo de la región. Quedaron enagua de borrajas los planes de inversión en plantas que –con capital, chino, coreano, ruso y europeo– habrían abierto la puerta a una nueva fase del petrosocialismo chavista. El colapso del precio del petróleo en el 2012 paró en seco la entrada de divisas y provocó una recesión catastrófica que ha destruido el 30% del PIB.
La producción petrolera se ha desplomado de 3,3 millones de barriles diarios a dos millones en los últimos diez años. Junto con la caída del precio, esto ha diezmado los ingresos de divisas por exportaciones, la mitad destinada a EE.UU. Han caído un 70% en cinco años.
Sin divisas no se pueden financiar las inversiones necesarias para modernizar la infraestructura petrolífera y, concretamente, construir seis nuevas mejoradoras en José y el colindante Puerto la Cruz. Ni mantener tan siquiera las existentes. “Medijeron unos directivos de una ingeniera asiática que se retiraron del proyecto porque PDVSA no les pagaba” dijo Son, un empresario coreano afincado cerca de Barcelona que compraba pescado y marisco vivo para exportarloa Asia.
Para no suspender pagos sobre la enorme deuda de la petrolera estatal PDVSA, el gobierno se ha visto forzado a reducir drásticamente las importaciones de materia s primas, la raíz de la crisis de desabastecimiento que azota al país. Ha intentado vender activos petroleros también. Pero, en una de esas contradicciones inverosímiles tan frecuentes en Venezuela, la oposición liberal con mayoría en el parlamento– cuyos asesor es económicos defienden secretamente la privatización delPDVSA–b loqueó la venta de varios activos a la petrolera rusa Rosneft. Eso fue unodelos motivos de la suspensión provisional de la asamblea en abril que desató la última ola de protestas.
Desde las elecciones del domingo pasado a una nueva asamblea constituyente –que la oposición califica como un golpe de Estado– se habla mucho de posibles sanciones, concretamente restricciones sobre las importaciones de petróleo venezolano en Estados Unidos. Si esto ocurre, “una crisis humanitaria se convertirá en una catástrofe” , dijo el economista venezolano Francisco Rodríguez de Torino Capital. Los principales clientes de Venezuela en EE.UU. desaconsejan las sanciones también. Otra caída de las exportaciones de petróleo venezolana, a fin de cuentas, provocaría con toda seguridad una