LA NAVE SALINAS EL MUNDO DE KEITH HARING
Keith Haring en La Nave Salinas
Pop Shop Tokyo (contenedor de 12 m). Channel Surf Club-Knokke (contenedor de 8 m). Nave Las Salinas. Eivissa. Hasta el 30 de septiembre
Margarita Puig
Keith Haring democratizó el arte como opción política. Pero también la moda, de forma que sus trazos han motivado colecciones diversas marcas. De Zara o Reebok a Jean Charles. De Castelbajac o Vivienne Westwood. Y de Jeremy Scott o Comme des Garçons a Tommy Hilfiger han reeditado los iconos de este artista que como Warhol, Mappelthorpe o Basquiat, vivió precipitadamente y murió demasiado pronto.
El coleccionista de arte y mecenas neoyorkino Lio Malca ha querido hacer un homenaje al universo singular de Haring en Eivissa con una muestra corta, pero de lo más intensa, que se expondrá hasta el próximo 30 de septiembre en La Nave Salinas. Son pocas obras, cuatro en total, de grandes dimensiones que han transformado radicalmente esta galería ubicada en un antiguo almacén de sal de la playa de Salinas, en el entorno del Parque Natural de Ses Salines.
“La idea era crear una experiencia, una transformación radical del espacio. No quiero que la gente cuando entre en la Nave se sienta que está siempre en el mismo lugar, sino que está dentro del mundo del artista. No quiero que lo importante sea el espacio expositivo, sino el momento”, explica Lio Malca.
Lo ha conseguido con la instalación de dos grandes contenedores que impregnan el lugar de las típicas siluetas de Haring. Se trata del Pop Shop Tokyo, un container de 12 metros y réplica realizada por el artista de su taller de Nueva York para Japón; y el Channel Surf ClubKnokke, otro contenedor, en este caso de 8 metros que el artista realizó en un club de surf de Bélgica.
Completa esta muestra un gran mural de 13 metros que se creó ex profeso para el Club DV8 de San Francisco, una de las discotecas gay más famosa de los años 80. Y una escultura de siete metros (forma parte de la serie de 13 que el artista realizó entre 1985 y 1989 y que se expusieron en Park Avenue, NYC, en 1997) se ha instalado en el paseo de Juan Carlos I en Vila.
Explica Lio Malca que “son pocas obras pero monumentales y escogidas, suficientes para proponer una experiencia inmersiva muy singular en torno al universo del artista norteamericano”. Este coleccionista neoyorquino de origen colombiano, admirador desde joven de Haring, salvó todos los problemas logísticos para traer lo mejor que tiene del artista a Eivissa porque cree que “estas piezas tienen que ver mucho con la isla. Con su cultura de clubes, con la música y la fiesta”.