La mina de oro de las grandes tecnológicas y las apps para móviles
El aumento del uso de las tecnologías y la posibilidad de conocer mejor al público dispara los anuncios en la red
El 88% de los 90.000 millones de dólares que Google factura provienen de la publicidad y el 97% de los 27.000 millones que ingresa Facebook también. Google es la segunda compañía mejor valorada en bolsa (sólo por debajo de Apple) y Facebook ocupa la cuarta posición en el ranking. No en vano. Las dos empresas están en el centro de la atención de los mercados porque, junto con Amazon y Apple, marcan los hábitos digitales en el mundo.
Una es la herramienta de búsqueda más popular y la otra, la red social más utilizada en el mundo. Las dos son gratuitas y no venden productos (excepto los dispositivos Android, de Google), así que sus grandes dimensiones sólo se explican por la publicidad. ¿Cómo han conseguido rentabilizar los negocios? En internet, la publicidad nofunciona de forma tradicional.
Ignasi Prat, director de marketing de Tappx –una empresa catalana que se dedica a la promoción y monetización de aplicaciones para móviles y tabletas– explica que, en sus inicios, Google consiguió el liderazgo gracias a unalgoritmo que sistematizaba la información de los resultados de forma simple y clara. Conla popularidad que ganó el buscador, la clave para los anunciantes se encontraba en aparecer en la lista de resultados. Este servicio era (y sigue siendo) gratuito, pero además Google creó un espacio para promoción que es lo que precisamente le aporta el 88% de los más de 90.000 millones de dólares que factura.
En este espacio, situado en la parte superior del buscador, los anunciantes pagan por consultas, de forma que una empresa de bicicletas de Barcelona compra las palabras “taller de bicicleta en Barcelona” en las cuales estará posicionada en la parte superior de la página para cada búsqueda que se haga.
Facebook funciona de forma diferente. La red social –también propietaria de Whatsapp e Instagram– permite a los anunciantes segmentar la publicidad según el tipo de público. Con los datos que obtiene, conoce y deduce sus gustos, de modo que los anuncios personalizados tienen másprobabilidad de acertar que los que se dirigen a un público generalista.
El mundo de las aplicaciones móviles, que necesitan conexión a internet en su mayoría, tiene otro sistema. La mayoría de apps son gratuitas (¿quién ha pagado nunca por una aplicación que tiene en el móvil?), así que, a menudo, las empresas que hay detrás de las apps se nutren únicamente de la publicidad. Y aquí, a diferencia de los buscadores y las redes sociales, los anunciantes pagan por bloques de 1.000 anuncios. Mil clics valen un euro, y tres mil, tres euros, por ejemplo.
Prat apunta quetodos los mode- los son buenos, y que según la necesidad del anunciante es más adecuado uno u otro. A diferencia de la publicidad convencional (medios de comunicación), Prat explica que la red permite conocer a fondo los datos y los gustos del usuario, lo que ayuda a personalizar la publicidad en función del cliente. “El negocio de las empresas que ofrecen servicios en internet es precisamente la información que tienen de sus usuarios y que después ponen a disposición de terceros anunciantes. Y, con el creciente uso de las tecnologías, especialmente de teléfonos inteligentes, queda claro que el modelo tiene recorrido”.
Aun así, los datos demuestran que la televisión sigue captando la mayoría de la publicidad. Según un estudio de IAB Spain, una asociación de publicidad, marketing y comunicación digital, los ingresos en publicidad en España ascendieron a 5.392,5 millones de euros en el 2016. Casi un 40% provinieron de la televisión, un 29% de dispositivos conectados a internet y, por debajo, de los diarios (11%), de la radio (8%), de los anuncios exteriores, las revistas, los dominicales y el cine.
Pero los ingresos que han crecido más en los últimos años son sin duda, y como muestra el gráfico, los que provienen del mundo digital. El último año, crecieron un 21,5%, un aumento propio de sectores que todavía no son maduros, mientras que la televisión lo hizo un 5% y la radio un 0,8%. La publicidad de los diarios cayó un 6% con respecto al 2015, como también los anuncios exteriores (-2%), las revistas (-2%) o los dominicales (-10%).
Queda claro, pues, que internet ha llegado para quedarse y que a las grandes tecnológicas todavía les queda tiempo y margen para hacerse (todavía más) de oro.
El 88% de los ingresos millonarios de Google y el 97% de los de Facebook provienen de los anunciantes El sistema varía según si el anuncio está en el buscador, en una red social o bien en una aplicación