El fuelle europeo
Las previsiones económicas europeas están mejorando aunque las bolsas de la zona no lo reflejen con tanta intensidad como en épocas anterior eso como ahora mismo sucede en los mercados de renta variable de Estados Unidos, claramente con ventaja sobre los europeos, ya que presentan ganancias de dos dígitos frente a apenas la mitad en la mayor parte de Europa. Españaes, en todo caso, una de las excepciones, aunque este año es el mercado más alcista, una diferencia que se debeposiblemente a quelas empresas cotizadas en el Ibex 35 están muy volcadas y dependen mayormente de los mercados emergentes.
Los mejores fondos especializados en las bolsas de la zona presentan no obstante, buenas ganancias, con un buen puñado de fondos por encima del 10% de rentabilidad acumulada en estos primeros siete meses y poco más que llevamos transcurridos del año 2017. Los mejores fondos del grupo alcanzan incluso el 14% y hasta el 17% de ganancias enloquevadeaño. Algunos de los mejores fondos de este grupo están especializados en pequeñas y medianas compañías europeas, que son las que mejor están rentabilizando la salida de la crisis.
Uno de los argumentos más sólidos para la recuperación de los mercados europeos de renta variable ha sido la pérdida de fuelle del euroescepticismo. “El atractivo de los partidos antisistema –explican los analistas de la gestora Lombard Odier– se ha visto neutralizado por los sistemas electorales pero también por los estados debienestar social” a pesar de que son bastante ineficientes y necesitan reformas.
Pero “a diferencia de Estados Unidos y Reino Unido, los países europeos continentales han redistribuido algunos de los beneficios de la globalización y sus votantes no han estado lo bastante enfadados como para exigir un drástico replanteamiento de sus sociedades y, en particular, retirar el apoyo a las instituciones europeas”.
Destacan los analistas de esta fir- ma de inversión que “tras las elecciones francesas, algunas facciones antisistema están abandonando su euroescepticismo para seguir siendo “competitivos”, aunque recuerda que en la actualidad Italia es un foco de potencial inestabilidad futura, que dará la verdadera medida de hasta dónde pueden llegar las posiciones euroescépticas.