Agroalimentación
El sector camina hacia el residuo cero
El agroalimentario es uno de los sectores con mayores retos futuros y, ala vez, uno de los que tienen más potencial en la aplicación de la economía circular, que es aquella en la que se minimiza el uso de nuevos recursos y la generación de residuos.
Entre los retos, destacan el cambio climático, la escasez de recursos básicos (un tercio de los suelos del planeta están degradados) y los cambios sociales y demográficos (la FAO estima que en el año 2050 se van a necesitar un 60% más de alimentos). La solución a estos retos pasa por la ecoinnovación en- tendida como un proceso de cambio para hacer un uso de los recursos más eficiente y respetuoso con el medio ambiente, lo que conduce a las empresas agroalimentarias a ser más competitivas económicamente y más sostenibles en el marco de una economía circular.
En concreto, en su Guía de Economía circular para el sector agroalimentario, el Laboratorio de Ecoinnovación estima que en un 64% de los casos la aplicación de la economía circular en el sector agroalimentario supone un ahorro de costes y un aumento de la eficiencia de los procesos, mientras que en un 45% de los casos se produce un aumento de ventas y una mayor consolidación dentro del mercado.
La Guía de Economía circular para el sector agroalimentario resume en cuatro las principales estrategias de economía circular aplicables al sector agroalimentario. La primera de ellas es la gestión del agua, la energía y la materia orgánica “de manera que se puedan cerrar los ciclos y permita utilizar menos recursos o poder reutilizar los recursos todas las veces que se posible”, explica Ramon Farreny, de la Secretaría Técnica del Laboratorio de Ecoinnovación. En esta línea, los sectores de la agricultura y el regadío concentran ya el 25% delas plantas foto volt aic as para auto consumo en España, según datos de la Unión Española Fotovoltaica.
La producción agraria más limpia es la segunda estrategia propuesta y se materializa en aspectos como “la alimentación del ganado con subproductos o productos propios, la racionalización del consumode recursos ola producción auto suficiente en acuicultura ”, indica Farreny.
La tercera estrategia afecta a los envases y embalajes con acciones como el envasado sin residuo, el uso de embalajes biodegradables, la implementación de sistemas de devolución y retorno o la introducción del ecodiseño.
El desarrollo denuevosproducto alimenticios es la cuarta estrategia y se materializa en acciones como el desarrollo de nuevas categorías de productos alimentarios o en productos de bajo impacto ambiental. Farreny cita el caso de la empresa norteamericana Coffee Flour, que se ha especializado en la fabricación de harina a partir de las cerezas del café, un subproducto de la industria cafetera que supone un problema de contaminación ambiental.