La Vanguardia - Dinero

El ‘pet tech’, el cuidado digital de las mascotas, un sector con futuro

El acuerdo del 2016 pretende facilitar la migración desde los centros de datos corporativ­os a la infraestru­ctura cloud

- Norberto Gallego

Por sexto año consecutiv­o Barcelona acogerá, a partir del martes 12, la edición europea de VMworld, queen2016a­trajo unos 11.000 profesiona­les y clientes al recinto de la Fira. Antes, VMware ha pasado por dos momentos memorables: unos resultados trimestral­es excepciona­les y, la semana pasada, su VMworld global en Las Vegas. Había gran interés en conocer el desarrollo material del acuerdo que VMwa refirmó en octubre del 2016 con Amazon WebService­s (AWS).

La clave del acuerdo está en lo que ha dado en llamarse ´nube híbrida´, una abstracció­n que conjuga la vitalidad de los centros de datos corporativ­os con la tendencia a la migración de una parte de sus cargas de trabajo hacia unas infraestru­cturas gestionada­s por terceros, conocidas como ´nube pública´. VMware y AWS son dos fuerzas motrices de esa transición.

Para estas fechas se esperaba más concreción de la iniciativa común, pero casi un año después sólo se sabe que los servicios de VMware estarán disponible­s inmediatam­ente en una de las “regiones” de la infraestru­ctura de AWS, la que abarca la costa oeste de Estados Unidos. Su extensión a otras zonas se hará gradualmen­te, y– a menos que en Barcelona se diga otra cosa– no llegaría a Europa hasta el 2018. Eso sí, se han desvelado los precios, que siguen la pauta habitual de los servicios cloud: facturació­n porcapacid­ad reservada (contratos de uno o tres años) o por hora de uso.

Se trata de vencer las dudas de muchas empresas, reticentes a migrar sus cargas de trabajo–mayormente residentes en casa propia–a otras, propiedad de terceros – en este caso AWS– basadas sobre modelos operativos distintos y no siempre con la flexibilid­ad y escalabili­dad que necesitan aquellas. Con la propuesta de VMware y AWS, las aplicacion­es pueden viajar de ida y vuelta sin dificultad­es técnicas mayores y sin incurrir en costes prohibitiv­os.

Directivos de las dos compañías han insistido en que se trata de un primer paso de una colaboraci­ón de largo alcance. Sin ser definitiva, se considera que es la fase culminante de un viraje estratégic­o para ambas, AWS –con una cuota del 31% en los servicios de infraestru­ctura cloud– abraza al fin la noción de nube híbrida que siempre había ninguneado; a su vez, VMware reconoce su error de haber intentado construir una nube propia para competir con AWS. Hasta podría decirse que es un matrimonio de convenienc­ia dictado por el arrepentim­iento. Es pronto para hablar de sus frutos.

Según rumores, en Las Vegas se iba a anunciar otro acuerdo para el desarrollo en común de software para centros de datos corporativ­os; hubiera sido una primicia absoluta para AWS, y no puede descartars­e, pero quizá VMware no ha querido dar más relevancia a este socio que a otros. Para AWS, es difícil imaginar otro mejor que VMware, con unasólida implantaci­ón enlos centros de datos: su software rige muchos millones de máquinas en cientos de miles de empresas. Recíprocam­ente, tienen un rival co- mún, Microsoft: precisamen­te este mes pondrá en el mercado Azure Stack, con elqu ese atrinchera facilitand­o la ejecución de aplicacion­es basada senWindows dentro de su propia nube, evitando que migren a la competenci­a.

Según ha declarado Pat Gelsinger, CEO de VMware, AWS es un buen compañero de viaje, aunque no exclusivo, para la migración desde los centros de datos –ahora concebidos como nubes privadas– hacia las nubes híbridas que van a ser el modelo de computació­n dominante en el futuro.

Es un hecho que la mayoría de las empresas establecid­as se toman con calma la transforma­ción desus infraestru­cturas de T.I. Muypocas se aferrarán a muerte al modelo convencion­al de computació­n, pero aún menos serán las que corran por llevar todas sus aplicacion­es a una nube pública.

Este comportami­ento de las empresas es el sustrato en el que han germinado dos conviccion­es: 1) la hibridez entendida como un tránsito largo, y 2) el concepto multicloud, que busca evitar los riesgos de caer cautivas de un proveedor. Por esto, los analistas vaticinan un crecimient­o del mercado de cloud híbrida de másdel 20% anual hasta el 2021, hasta representa­r enesafecha una facturació­n total cercana a los 90.000 millones de dólares. Si AWS quiere morder una tajada que hoy no está a su alcance, tendrá quedisputa­rla conMicroso­ft, Google e IBM, entre otros postulante­s: de ahí la convenienc­ia para ella de apoyarse en VMware, con la que comparte muchos clientes pero casino compite en servicios.

Al mismo tiempo que subrayaba la puesta en marcha del acuerdo con Amazon, Galsinger tenía claro interés en destacar que su negocio propio progresa al margen de esa alianza. En Las Vegas se conoció una cantidad de novedades, especialme­nte relacionad­as con las redes y la seguridad. Se espera que sean centros de atención en el VMworld de Barcelona.

La alianza entre estos dos líderes tiene un adversario común: Microsoft y su nube Azure

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