Adiós a dos ferias
Las galerías de arte siguen siendo un corazón imprescindible que late con el arte, que trabaja codo con codo con la creación y son el mecanismo por el que muchos artistas encuentran cierta viabilidad económica y su camino hacia los museos, hacia las colecciones o, simplemente, hacia las casas de personas sensibles que disfrutan conviviendo con obras de arte.
Se clausuran hoy la feria Swab y el Barcelona Gallery Weekend, poniendo de manifiesto la capacidad de los galeristas de esta ciudad en articular proyectos comunes que acerquen la obra de sus artistas a toda la ciudadanía, atrayendo coleccionistas de otras partes del mundo y dinamizando todo el ecosistema artístico barcelonés.
Cuando hablamos de mercado del arte a menudo es fácil quedarse en los récords que determinadas obras hacen en las subastas o en las frías cifras del mercado global que por nada reflejan el corazón sensible y comprometido con la creación que es el galerismo de verdad. Muchos galeristas han sido clave no solo en la trayectoria de algunos artistas, sino que han posibilitado movimientos artísticos que hoy forman parte de la historia del arte moderno y contemporáneo. Su labor va mucho más allá de la tarea puramente comercial y entronca con una divulgativa e incluso educativa. Detrás de las múltiples propuestas expositivas que se han presentado estos días, las galerías cumplen muchos otros roles, algunos visibles, otros invisibles, pero que no por desconocidos son menos importantes. Las galerías incuban y apoyan a sus artistas, exponiéndolos, promoviéndolos y vendiendo sus obras, pero su compromiso los lleva a ayudarlos con todas las necesidades que requieren, asistiéndolos en servicios financieros o de logística cuando producen, actuando de agentes literarios con sus publicaciones, haciendo investigación para proyectos futuros, gestionando archivos y prensa, con el fin de permitirles concentrarse en su trabajo.
Así, apoyar la tarea de los galeristas es hacerlo de todo el sistema artístico.