Cabeza de familia
Tercer modelo de la familia X tras el Mokka y el Crossland, el crossover de mayor tamaño de Opel amplía la oferta en el segmento SUV compacto
La cuota de mercado de los SUV en Europa ha aumentado del 7% en 2010 a casi el 20% en la actualidad. Todos los fabricantes hace ya tiempo que van tomando posiciones en esta floreciente categoría. Es el caso de Opel, que acaba de lanzar su tercer integrante de la nueva serie de modelos X, caracterizados por su espíritu aventurero y su carácter versátil y polivalente.
Se trata del Grandland X, que se posiciona en el corazón del segmento C-SUV y se sitúa como el crossover más grande de la firma del rayo, por encima del Crossland X –modelo de acceso a la gama todocamino de la marca alemana– y el superventas Mokka X, cuya longitud es 20 cm más corta. Con sus 4,47 m de largo, el Grandland combina un espacio interior amplio, un gran volumen de carga (maletero con doble piso de 514 a 1.652 litros de capacidad) con la posición elevada de asientos característica de un SUV en un habitáculo moderno, tecnológico, flexible y confortable.
Sus líneas, elegantes y dinámicas, dibujan un atractivo perfil de aspecto todoterreno, robusto pero también elegante. Entre sus rasgos estéticos distintivos encontramos una línea de techo “flotante” de caída pronunciada con los pilares C avanzados y un marcado pliegue que fluye a través de todo el frontal hasta la parte trasera.
En el morro, las barras con forma de ala de la rejilla delantera se extienden desde el logo-