La recuperación no se nota en los salarios
La recuperación de la economía no se nota en los salarios de los trabajadores en España. Así se desprende del Informe de remuneraciones, elaborado por la consultora Ceinsa.
Teniendo en cuenta tres niveles profesionales –directivos, jefes y mandos, personal general– el estudio asegura que la pérdida del poder adquisitivo de los salarios en este período es del 8,5% de media. En concreto, el nivel directivo es el más afectado con una pérdida de poder del 10%, aproximadamente. Josep Capell, socio y director general de Ceinsa explica que ello se debe al fuerte tejido de pymes familiares, que por los efectos de la crisis económica una de las medidas más populares que aplicaron fue la rebaja del sueldo de los directivos.
En segundo lugar, el nivel de jefes y mandos se situaría en torno a la media, con una pérdida de poder del -8,5%, y finalmente, el nivel de personal general con una rebaja del -7,1% en el poder de compra. Ello se debe, explica Capell, a la opción practicada por numerosas empresas basada en contratar personal con menos experiencia para reducir el sueldo a posiciones antes mejor pagadas.
Parece una tendencia que vaya a consolidarse porque al estar ya previstos los pactos salariales hasta el ejercicio 2020 y teniendo en cuenta las previsiones del FMI –que apuntan a que el IPC se mantendrá a niveles similares durante los próximos años– esto ocasionará una mayor brecha en el poder adqui- sitivo de las familias españolas.
El problema, dice Capell, viene de fondo, del modelo macroeconómico que el Gobierno español ha elegido para salir de la crisis. “Se ha mejorado la productividad y la eficiencia para competir al mercado europeo pero a cuesta de salarios más bajos. En el corto plazo, esta medida es buena ya que reduce el paro pero a medio y largo plazo no. Los consumidores pierden poder para consumir y por tanto la economía se ralentiza”. Como soluciones Capell propone cambiar las políticas redistributivas, mediante mayores incentivos a los trabajadores, e impulsar empresas con alto valor añadido con empleo cualificado y bien retribuido.
Además, apunta que ello no sólo depende del salario fijo percibido sino de otros aspectos como “la retribución variable, la retribución extrasalarial, la conciliación de la vida laboral y personal, o el desarrollo profesional dentro de la misma empresa”.