La economía desde el 77 Solchaga cree que la idea de reindustrialización es absurda en la economía actual
Solchaga, Solbes y De Guindos dan su visión de los 40 años que van de la firma de los Pactos de la Moncloa
El miércoles se cumplen cuarenta años de la firma de los Pactos de la Moncloa en plena transición política yenunmomentoenelquelaeconomía española se encontraba en una situación de extrema gravedad: la inflación superó en algunos momentos del año el 30% y el desempleo comenzó a subir. La economía era intervencionista y 2,5 millones de personas trabajaban aún en la agricultura. La presión fiscal , indirecta, era solo del 22% del PIB. A partir de esa zozobra vendría La economíadelademocracia, delaque hablan tres de sus protagonistas –Carlos Solchaga, Pedro Solbes y Luis de Guindos– en un libro realizado a partir de las entrevistas de MiguelÁngelNoceda. Acadaunole tocaron desafíos distintos –a Solchaga la reconversión industrial, a Solbes implementar Maastricht para el euro y la crisis del 2007, a De Guindos evitar el rescate– y ahora cuentan sus experiencias.
Solchaga habla de la inevitabilidad de intervenir Rumasa, un agujero sin fondo, o Banca Catalana –“algún día se aclarará cómo los jueces del TSJCconcluyeron lo que concluyeron”, no procesando a Pujol–, asume que la reconversión industrial fue dura y dice que se evitó la nacionalización eléctrica. De Alfonso Guerra dice que no tenía una gran visión del Estado pero sí un sentido muy acusado de la estética izquierdista y actuaba con cierto despotismo en su área de gobierno. Del PSOE, que hace años que se fija menos en la igualdad y másencues- tiones identitarias de mujeres, gays... Y advierte que cuando firmó Maastricht eran conscientes de los problemas de una sola política monetaria europea pero no imaginó Grecia. La reforma laboral del PP, opina, ha sido decisiva para crear empleo. Y la idea de reindustrialización le parece absurda, una de esas tonterías que de repente a todo el mundo le gusta: el nuevo modelo productivo estará másligado al desarrollo de los servicios.
Solbes recuerda1994comoannus horribilis: el escándalo de Mariano Rubio, Banesto intervenido, una huelga general, Luis Roldán huido, el caso PSV... Luego, ya con el euro, destaca, los desajustes de España se acentuaron. No hubo unión monetaria sino una moneda única. Reconoce que con Zapatero se gastó dinero en infraestructuras prescindibles que recalentaron la economía. Lamenta que le digan que usó la puerta giratoria de la administración tras 41 años para ir a Enel. Del Estatut que llegó a Madrid dice que había líneas rojas inaceptables comoquetodalarecaudaciónsedebía producir en Catalunya. Y, en la crisis del 2007, creyó que gastar más no iba a tener un impacto positivo en la economía a menos que toda la zona euro fuera expansiva. Zapatero tenía otra tesis, y Solbes se fue.
DeGuindos dice que en España la crisis financiera se centró en las cajas de ahorros por la intromisión política. Cree que el Banco de España no acertó con las SIP ni con Bankia en Bolsa. Recuerda que su prioridad fue evitar el rescate y que hoy se crece por encima del 3% aunque es una economía vulnerable por su deuda y paro y hay que evitar cualquier pérdida de confianza de los mercados porque pasaría factura.