El cambio climático también amenaza la producción de arroz, trigo, soja y maíz
Con el aumento de la temperatura cae la producción de trigo, arroz, maíz y soja, cuatro cultivos esenciales
Mayores periodos de sequía, ciclos de los cultivos más cortos (se siembra y se cosecha antes), viñas en mayores altitudes, mayores niveles de azúcar en la fruta... Y ahora se ha demostrado también que el aumento de temperatura reduce la producción agrícola, según alerta un estudio publicado
en la revista estadounidense Proceedings of the National Academy
of Sciences y en el que ha participado el investigador del CSIC en el Centre de Recerca Ecològica i Aplicacions Forestals (CREAF), Josep Peñuelas. La agricultura se ve ya amenazada por el cambio climático y la situación no ha hecho más que empezar.
El estudio se ha centrado en cuatro cultivos que suponen dos tercios de la ingesta de calorías por parte de la población mundial: el trigo, el arroz, el maíz y la soja. Por cada grado centígrado de aumento de la temperatura media a nivel global se estiman unas reducciones del 6% en la producción de trigo; un 3,2% en la de arroz; un 7,4% en la de maíz; y un 3,1% en la producción de soja. Los registros históricos muestran como, en el último siglo, la temperatura ha aumentado de media 1ºC en las zonas donde crecen estos cultivos. Y de cara al futuro, siendo optimistas, está previsto que la temperatura aumente en el 2100 en 2,5ºC respecto a los niveles preindustriales.
“Hemos constatado que existe un riesgo elevado para la producción agrícola, actualmente ya estancada en ciertas regiones del mundo”, explica Josep Peñuelas. “La caída de la producción de estos cuatro cultivos supone un grave problema alimentario puesto que a menor producción, mayores precios y más tensiones sociales”, se lamenta el investigador del CSIC en el CREAF.
La situación es aún más grave si se tiene en cuenta el crecimiento esperado de la población. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que en el año 2050 va a ser necesario producir un 60% más de alimentos para más de 9.000 millones de personas.
Ante esta coyuntura, Peñuelas alerta que “es imprescindible empezar a implementar ya medidas efectivas de adaptación al cambio climático y cultivar variedades genéticamente más resistentes para garantizar el suministro de alimento a nivel mundial”.
Una agricultura más tecnificada
El sector agrario catalán lleva ya años trabajando en la búsqueda de soluciones para mitigar los efectos que el aumento de la temperatura tiene en los cultivos. Además de adoptar variedades más resistentes, “la agricultura debe tecnificarse”, en opinión de Robert Savé, investigador del Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA).
“En los cultivos de regadío se ha avanzado mucho ya en este sentido, principalmente para ser más eficientes en el uso de agua, pero las tierras de secano están menos tecnificadas”, advierte el experto. Sin embargo, “los cultivos más perjudicados por el cambio climático son los de regadío porque están acostumbrados a tener agua y en caso de no poder disponer de ella debido a una fuerte sequía su producción se vería gravemente perjudicada”, explica el investigador del IRTA. En Catalunya “el 70% de la superficie agrícola es de secano mientras que el regadío representa el 30%”, estima Robert Savé.
El que se conoce como agricultura inteligente tiene mucho que aportar en la tecnificación del campo. Se trata de la incorporación de las tecnologías de la información y comunicación a la agricultura: sensorización de procesos, el internet de las cosas, gestión y análisis de datos masivos ( big data) y automatización de procesos con sistemas ciberfísicos. La agricultura climáticamente inteligente persigue tres objetivos principales, según la FAO: el aumento sostenible de la productividad y los ingresos agrícolas, la adaptación de los cultivos y la creación de resiliencia ante el cambio climático y la reducción y/o absorción de gases de efecto invernadero, en la medida de lo posible.