Autobuses peligrosos

Demasiado tiempo llevábamos con noticias positivas sobre los descensos que registraban los índices de víctimas provocadas por la circulación en nuestra red vial. Según indican la mayoría de expertos en la materia, la explicación a tal fenómeno vendría determinada por la reducción del tráfico experimentada durante el prolongado período de crisis económica. Desafortunadamente, el optimista panorama relacionado con los accidentes se ha vuelto a torcer durante los últimos tiempos, en parte debido al incremento de circulación, pero sin olvidar la elevada edad media del parque nacional.

La obsesión que determina el artículo de hoy está relacionada de manera directa con el espíritu esencial de la seguridad, una virtud que debería imperar de forma transversal sobre todos los elementos que tengan cualquier parentesco con el tráfico. Yes que, según parece, todavía existen algunas ciudades empeñadas en imponer normas de circulación que contradicen toda la lógica impuesta por el sentido común. Nos referimos a la implementación de carriles bus cuyo sentido de circulación va en contra del resto del tráfico rodado por la calle que sea. A modo de ejemplo, vale la pena apuntar que, pese a ser las vías más rápidas, las autopistas son el hábitat de circulación más seguro que existe debido a que todos los vehículos que viajan por una de sus calzadas circulan en el mismo sentido. De todos es sabido que los accidentes más mortales que existen son los que se producen por impactos frontales. Por el bien de nuestra seguridad al volante, esperemos que alguien se dé por aludido y se extinga la especie del carril bus que viene de cara.