Laura Sierra
En la sala de
espera
Desde su creación en 1992 el Ibex 35 ha caído 10 días seguidos en dos ocasiones. La primera fue en diciembre del 2015 y el selectivo cedió en el período un -9.2%. La segunda racha terminó este miércoles, con unas pérdidas acumuladas del -5.06%. Tres han sido las veces que ha enlazado 9 sesiones seguidas en números rojos: en agosto de 2011 perdió un -17.5%, en enero del 2008 se dejó un -13.9% y en septiembre del 2002 un -16.9%. La revalorización media en los tres días posteriores al fin de las caídas es del 5%. Estos comportamientos suelen ser la antesala de comportamientos tendenciales. ¿Al alza o a la baja?
La estadística puede mentirnos, pero los datos económicos son los que son. En el último informe publicado por el Banco Central Europeo se manifiesta que la expansión económica sigue siendo sólida y generalizada. Esta semana ha sorprendido al alza la publicación del PIB del tercer trimestre en Alemania. En Estados Unidos, los datos de inflación cumplen con las estimaciones y afianzan las probabilidades de subida de tipos en diciembre, que se sitúan ya en el 97%. Este crecimiento sincronizado se apoya en la creación de empleo y en la subida de las ventas. Llega a su fin la presentación de resultados del tercer trimestre y los beneficios empresariales superan ampliamente al Consenso: las empresas del S&P 500 ven aumentar sus ventas trimestrales un 6% de media.
¿Son relevantes las caídas que ha sufrido Europa en las últimas jornadas? En mi opinión no. Recordemos que la mayoría de plazas ya han superado sus máximos anuales. Un poco de incertidumbre, recogida de beneficios y a retomar a la senda (alcista, por supuesto).