Menos inmobiliarias y más grandes
Merlin empezó el proceso de compras para ganar tamaño y esta semana la ha seguido Colonial, opando a Axiare
“Merlin dispone de una dimensión industrial: el año pasado gestionamos 670.000 m2 en nuevas contrataciones en oficinas, centros comerciales y logística” señaló recientemente Ismael Clemente, presidente de la socimi Merlin Properties, explicando a los inversores las ventajas competitivas de su compañía, la inmobiliaria más grande de España. Merlin fue pionera el año pasado en la consolidación del mercado inmobiliario, con la compra de Testa a Sacyr y de Metrovacesa a un pool de bancos, y esta semana Colonial ha seguido sus pasos, con el lanzamiento de una opa sobre Axiare, la sexta inmobiliaria española por capitalización bursátil, que sitúa a ambas firmas con un tamaño similar, con activos en torno a los 10.000 millones de euros.
El tamaño, y las eficiencias de escala que comporta, se ha convertido en el nuevo motor del sector inmobiliario español, en un momento en que se prevé que las grandes plusvalías que provocó la recuperación del mercado tras la salida de la crisis se ralenticen.
“Estamos viendo una consecuencia natural de la evolución del ciclo inmobiliario, que es ahora más maduro”, señala Alberto Valls, socio responsable de asesoría financiera de Deloitte. “En 2013, cuando empezó el cambio de ciclo en el mercado, entraron fondos oportunistas, que querían capturar las plusvalías rápidas que produjo la recuperación del mercado. Ahora, en cambio, cuando estas se ralentizan, toman el relevo otro tipo de inversores institucionales, que denominamos “core”, como fondos de pensiones y aseguradoras, que buscan sobre todo rentabilidades estables a largo plazo, especialmente a través de los rendimientos por alquileres de grandes patrimonios y de los dividendos. Y para estas firmas la consolidación del mercado tiene todo el sentido, porque necesitan invertir en empresas grandes, muy líquidas en bolsa, para poder