El gigante Kugira reina en el mar Mediterráneo
El dique flotante de Acciona trabaja en la ampliación del Puerto de Barcelona en UTE con la empresa Copcisa
Siempre en movimiento. De las agitadas aguas del océano Atlántico, concretamente en la isla de Lanzarote, a la placidez del mar Mediterráneo, en esta ocasión en Barcelona. Y entre un punto y el otro, con una parada técnica en el puerto de Cádiz para la inevitable revisión de mantenimiento. Así ha sido el viaje por España en los últimos 18 meses del Kugira, el dique flotante más grande de Europa y uno de los más imponentes del planeta.
Tras su laborioso trabajo en Lanzarote con la ampliación del dique de los Mármoles en 430 metros, esta ‘fábrica de los mares’ se encuentra en la capital catalana para prolongar en 290 metros el Muelle Adosado del Puerto de Barcelona. Una obra de Acciona Construcción que lleva a cabo en UTEcon la empresa Copcisa, y cuyo contrato tiene un importe de unos 28,3 millones de euros.
El Kugira (ballena, en japonés) impresiona por sus dimensiones. El dique flotante, propiedad de Acciona Infraestructuras, cuenta con 74 metros de largo, 49 de ancho y 56 de altura. Ysi sus magnitudes destacan, no menos imponente es su capacidad para convertirse en un método eficaz y sostenible en la construcción de cajones en un medio tan complejo como el mar. Si en su intervención en las obras del dique de Los Mármoles las condiciones climatológicas adversas y el poco tiempo para finalizar las obras añadían un punto de complejidad a los trabajos de construcción, en Barcelona el Kugira se encuentra en una zona de muy poco calado. Esto implica, por un lado, construir el cajón en seco; por el otro, verse obligados a dragar una fosa de 20 metros a poca distancia del Kugira para que el cajón flote y pueda desplazarse.
Otra diferencia entre la actuación en Lanzarote y la actual en Barcelona es el tamaño de los cajones. En las obras del Muelle Adosado, cada uno de los gigantescos bloques de hormigón mide 40 metros de longitud (por los 66 de la obra canaria) y un peso de unas 8.000 toneladas (14.000 en el caso de Lanzarote). “El Kugira precisamente permite esto, adaptarnos a las necesidades de cada proyecto”, explica Domingo Antonio González, director de Construcción de la Unidad Especializada en Obras Marítimas e Hidráulicas de Acciona. “Con cajones más pequeños ocupamos menos espacio del Kugira”, asegura, mientras muestra los últimos vestigios de la actuación acometida en Lanzarote, “pero no deja de ser una obra de precisión milimétrica en la que trabajan unas 140 personas con la tecnología más puntera del mundo”.
Porque el Kugira es una verdadera fábrica sobre el mar que no descansa. Una infraestructura móvil de vértigo que puede transportarse allí donde esté la necesidad. Una maquinaria bien engrasada en la que el trabajo sincronizado entre humano y tecnología está al servicio de la eficiencia. Pero, ¿qué beneficios aporta esta tecnología? “Un dique flotante como el Kugira reduce considerablemente los tiempos de construcción y su impacto en el medio ambiente es menor comparado con otros métodos más tradicionales”, responde David Vergara, director de la Unidad de Negocio Especializada en Puertos y Obras Hidráulicas de Acciona.
Cada cajón de hormigón es como una pieza de Lego: se construyen en menos de una semana, se transportan por el mar y se coloca una al lado de la otra para lograr el objetivo de esta obra: prolongar el muelle y ampliar las instalaciones de la terminal de contenedores, así como servir como zona de amarre de cruceros. Una actuación que a simple vista puede parecer aparatosa a tenor de la magnitud del Kugira, pero que no interfiere en la actividad cuotidiana del puerto.
En pocos días el Kugira habrá hecho su trabajo. Ya seguir en movimiento. El resultado final será visible a finales del 2018, cuando los cajones, unidos como piezas de Lego, hagan su función. Unos cajones que, por cierto, tienen nombre de mujer. Un bonito homenaje nacido de la ballena de Acciona en las aguas del Mediterráneo.