El libro digital crece poco y no desbanca al papel
En España, el libro digital solo crece un 2% y en EE.UU., a pesar de ser más popular, las ventas caen el 17%
La falta de hábitos digitales, el IVA al 21% y la piratería son los principales frenos
Quizás es que no huelen, que la luz de la pantalla molesta o que preferimos pasar página de verdad en lugar de pantalla con un botón. Aunque sea de media un 35% más barato, el libro digital no acaba de arrancar ni ha resultado ser una amenaza al libro de toda la vida, como algunas voces alarmaban cuando emergió este nuevo formado de lectura.
Según datos de la Federación de Gremios de Editores de España, el e-book a duras penas representa el 5% del sector editorial español y eso, que ya hace 7 años que esta tecnología llegó al país. Enel 2016, se editaron 45.658 títulos en formato digital y se vendieron 12,3 millones de ejemplares. El sector generó en torno a 118 millones de euros de facturación, un 2% más con respecto al 2015, un ritmo lento para tratarse de un producto disruptivo como lo es el libro digital.
En Estados Unidos, como también en el Reino Unido, el e-book ya va directamente a la baja. En el 2016, las ventas de los libros digitales al otro lado del Atlántico cayeron un 17% (hasta los 2.300 millones de dólares) según datos del Association of American Publishers. Claro que en Estados Unidos hay que tener en cuenta que hay más cultura digital que en España y que esta tecnología llegó tres años antes, con el lanzamiento del Kindle de Amazon el año 2007. Por eso, a pesar del descenso, el e-book representa cerca del 20% del sector editorial en Estados Unidos.
¿Por qué no acaba de arrancar el libro digital? Dejando de lado el caso americano, que puede verse influido por un alza de precios, fuentes de la Federación de Gremios de Editores explican que de entrada, hace falta tener en cuenta que en torno a un 40% de la población española nunca lee, que España (y en general Europa) no hay tanta costumbre de comprar vía internet porque es una tendencia que ha llegado más tarde. Y añaden que, en España, el libro digital está gravado con el IVA del 21% y no del 4%, como los libros en papel.
Arantza Larrauri, directora general de la distribuidora de libros digitales Libranda, apunta que otro factor del freno del sector es el elevado número de descargas ilegales de libros. Según datos de LaCoalición decreadores e industrias de contenidos en el año 2016, se descargaron 374 millones de libros de ocio de forma ilegal, cosa que implica que el sector habría dejado de ingresar 3.103 millones de euros, una cifra estratosférica comparada con los 118 millones que generó el sector legal digital.
Pero no todo son malas noticias. Desde la FGEE apuntan que la novela digitalizada crece a ritmos de dos dígitos al año y que los textos legales ya han dado el paso al digital de forma definitiva. Iría Álvarez, directora de desarrollo de negocio enlínea dePenguinRandom House explica como desde la edi- torial constatan que el lector es cada vez más híbrido, que utiliza las dos vías según el momento de lectura. Además, celebra su llegada porque ha ayudado a modernizar el sector y conocer otros formatos, como el audiolibro. Tendencias que también constata Planeta. El director del área digital de esta editorial, Santos Palazzi, añade que aparte de atraer a cierto público por el factor precio (por término medio un libro digital vale 9,5 euros y uno en papel, 14,7) el libro electrónico ha permitido abrir una vía de negocio más o menos igual de rentable que el libro en papel y concluye que no hay motivos para irle en contra: al final, el libro digital ha resultado ser un complemento a la lectura de toda la vida y no una amenaza.