El sector intenta contaminar menos
La aplicación del ecodiseño para reducir la generación de residuos es cada vez más común
La época actual ya se empieza a conocer como la edad del plástico, si bien también podría llamarse la edad de los residuos. No hay más que ver cómo se llenan los contenedores durante las fiestas navideñas para darse cuenta de la gran cantidad de residuos que generamos. Aunque todavía abundan los casos empresariales de mala praxis, la aplicación del ecodiseño de sistemas de envasado para reducir el volumen de residuos es cada vez más común en el sector agroalimentario, responsable del 80% de todos los envases producidos, según el informe Tendencias de Ecoinnovación. Sector agroalimentario, del Laboratorio de Ecoinnovación.
Un buen ejemplo de ello es el VI plan empresarial de prevención de Ecoembes. Entre el año 2015 y el 2017, las 2.179 compañías que han participado en el plan han puesto en marcha 6.451 medidas de prevención para reducir el impacto medioambiental de los envases. Estas medidas se encaminan, principalmente, a la reducción del peso de los envases (52%), pero también están enfocadas al rediseño (10%), a la reducción de su impacto ambiental (10%), la eliminación de elementos de su composición (8%) o el fomento de la reutilización de los envases (4%).
Las medidas de ecodiseño apli- cadas durante este periodo han logrado reducir 34.652 toneladas de materias primas en la fabricación de envases y han conseguido evitar la emisión de 152.421 toneladas de CO a la atmósfera, según
2 Ecoembes. “Para las empresas invertir en ecodiseño supone ahorrar en energía, agua, materias primas, es decir, menos costes de fabricación y transporte”, explica Nieves Rey, directora de comunicación corporativa y marketing de Ecoembes.
En concreto, las medidas adoptadas por el plan empresarial de prevención se traducen en un ahorro energético de 1.308.909 MWh y de 22.745.269 m3 de agua. Nuevas soluciones de envasado En su informe, el Laboratorio de Ecoinnovación plantea cuatro soluciones para combatir el problema de los envases: alargar la vida de los productos envasados, eliminar el envase, la utilización de envases fabricados con subproductos y fomentar la revalorización de estos.
Gran parte del desperdicio agroalimentario se produce porque los productos no se consumen a tiempo. La empresa española fabricante de cartón Saeco, en colaboración con investigadores de la Universidad Politécnica de Cartagena, han desarrollado una caja de cartón con propiedades antimicrobianas que permiten alargar un 31% la vida útil de las frutas y hortalizas. Alargar la vida de los productos de los envases redunda en una reducción del número de envases.
El sector agroalimentario también está trabajando en fórmulas para eliminar el envase. Además de potenciar la venta de productos a granel, se están investigando el uso de papeles, membranas o películas comestibles. La start-up Skipping Rocks Lab ha creado Ohoo!, un envase para agua biodegradable y comestible que evita el uso de plástico.
La tercera opción planteada por el Laboratorio de Ecoinnovación es la utilización de envases fabricados con subproductos agroalimentarios, en algunos casos incluso a partir de los subproductos del propio alimento que envasan. Este último es el caso de la empresa Solidus Solutions, que ha desarrollado un procedimiento para producir cartón sólido para el transporte de fruta y hortalizas utilizando plantas de tomate, es decir un subproducto del cultivo.
Finalmente, una vez producido el residuo se busca revalorizarlo, darle una segunda vida. Gracias a la monomaterialidad y el uso de materiales reciclables en muchos envases, estos tienen un alto potencial de ser revalorizados. Cada vez más empresas sacan partido de este potencial impulsando la transformación de sus envases en nuevos productos como mobiliario urbano.
El ecodiseño supone menos costes en energía, agua y materias primas