Regreso triunfal
Renault resucita Alpine con el A110 Première Édition, un cupé de dos plazas, motor central trasero y diseño evocador. Un placer para el conductor
Alpine ha vuelto. Y lo ha hecho, sin duda, a lo grande. En sólo cinco días –cuando ni siquiera se había comunicado oficialmente el precio y sin apenas detalles de sus características técnicas– se habían reservado ya todos los ejemplares de la edición especial de lanzamiento A110 Première Édition, limitada a 1.955 unidades (en un guiño al año de creación de la firma).
Fundada en 1955, Alpine fue célebre por su pasado como preparador, primero, y como constructor, después, de vehículos ágiles, ligeros y que se movían mejor que ninguno en carreteras sinuosas. Su creador, el piloto Jean Rédélé, decidió que sus coches se llamaran Alpine porque decía que cuando más se había divertido al volante había sido recorriendo las estrechas carreteras alpinas. La marca francesa forjó su reputación en competición en las carreras internacionales de más al- to nivel durante los años sesenta y setenta. En su brillante palmarés figuran, entre otros, hitos como copar el podio (1.º, 2.º y 3.º) en el rally Montecarlo de 1971, el título de Campeón Mundial de rallies de 1973 y la victoria en las 24 Horas de Le Mans 1978. Su modelo más mítico fue el A110, surgido en 1962 y que en España dejó huella puesto que se llegaron a fabricar 1.900 unidades en la planta de Valladolid.
En 1973, Renault compró la marca, que produjo su último modelo de calle en 1985, el A610. Tras 30 años (20 desde su lanzamiento más reciente) la firma del rombo ha decidido reeditar, o simplemente continuar, el legado deportivo de una firma de deportivos únicos, icónicos y con un estilo inconfundible.
Recreando fielmente las formas más características del entrañable berlinetta, los diseñadores de Alpine han perfilado un precioso y compacto sport cupé que re-