La batalla de los salarios
Con la bonanza económica, avanza la idea de mejorar los ingresos de los trabajadores. Al tiempo, la globalización y la tecnología amenazan con consolidar los sueldos más bajos
Aunque con dificultad, la reclamación demejorasreseñablesenlossalarios se está colando incluso en el discurso de apóstoles hasta ahora poco convencidos como el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. La idea de subir los sueldos, sobre todo para los de los trabajadores que cobran menos, ha calado también entre buena parte de los empresarios, comodemuestraladefensareiteradaquedesdehacetiempo encabeza el presidente de la CEOE, Juan Rosell. Undebate similar recorre asimismo Estados Unidos y un buen puñado de países europeos (véanse las protestas en Alemania), donde los ingresos de muchos asalariados se mantienen planos en el mejor de los casos.
Después de encadenar cuatro años de expansión del PIB y encarar un2018conbuenasperspectivas, los sindicatos españoles han hecho bandera de la subida de salarios como herramienta para comenzar a compensar los esfuerzos realizados por los trabajadores durante la Gran Recesión y poner freno a la erosión de su poder adquisitivo a medida que la inflación ha abandonado terrenos negativos. En los nueve primeros meses del 2017, la remuneración de los asalariados por hora trabajada (incluye las cuotas sociales) a precios constantes cayó un 1% con respecto al mismo periodo del 2016. “Y lleva cayendo en términos interanuales desde finales del 2016”, señala ManuelHidalgo, profesor dela UniversidadPabloOlavide(Sevilla).
Las pérdidas salariales en España fueron la vía de devaluación interna en la eurozona que impuso la crisis económica, recuerda el catedrático de Economía Aplicada de la Universitat Autònoma de Barcelona Josep Oliver. Unas caídas de ingresos que afectaron sobre todo a los menores de 35-40 años, con trabajos temporales, por menos horas. “Fue inevitable la devaluación –asegura Oliver–, ahora los salarios podrían subir con moderación, siempre que aumente la productividad. Es pues el momento de que las empresas inviertan en ser más competitivas”.
La mejora de la capacidad productiva resulta clave, postula también el Fondo Monetario Internacional (FMI). Junto a la OCDE, consideran que un incremento de los salarios en España sería positivo para afianzar el crecimiento de la economía. Ambos han alertado de los riesgos quetendría unestancamiento y de la elevada proporción de trabajadores temporales, fundamentalmente jóvenes y empleados con sueldos bajos.