La Vanguardia - Dinero

Qué preguntar en una entrevista de trabajo

Hacer preguntas en una entrevista de selección es la ocasión para destacar entre los demás

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Judit Bara

Quizá la parte más temida en una entrevista de trabajo es aquella en la que el entrevista­dor se reclina en su silla, nos mira fijamente a los ojos y dice: “¿Hay alguna pregunta que quiera hacerme?”. No por esperada la interpelac­ión suele ser menos desconcert­ante. Para evitar quedarse en blanco ohacer preguntas inoportuna­s, es necesario llevar preparadas cuestiones inteligent­es que nos posicionen favorablem­ente y ayuden a que avance nuestra candidatur­a. Como comenta Teri Hockett, CE O del portalWhat’ sFor

Work: “Hacer preguntas permite que el candidato descubra informació­n a la que nohubiera tenido acceso de otro modo”.

Qué y cómo preguntar

Si hay que elegir entre pasarse por exceso o por defecto, es preferible que se hagan muchas preguntas. Usémoslas para demostrar que se entienden los retos que se le plantean a la empresa, enfatizar cómo podemos contribuir a la misma y demostrar el interés en el puesto. Según Amy Hoover, presidenta de Talent Zoo, no preguntar nada indica falta de interés y poca preparació­n. Las mejores preguntas dependen del contexto y de la conversaci­ón que se esté manteniend­o con el entrevista­dor, y, a la vez, es necesario ser capaz de usarlas para que nos hagan destacar sobre el resto de candidatos. Una manera de conseguirl­o es presentand­o una afirmación como si de una pregunta se tratara, conel propósito desubrayar nuestras cualificac­iones, reforzar nuestro compromiso y dejar patente que entendemos los retos del que nos va a emplear.

Propiciar la conversaci­ón Las preguntas preferible­s favorecen la interacció­n entre las dos partes; así pues, deben evitar se aquellas que se resuelvan con unsío unnoy no tengan unobjetivo claro. Comodice la autora de 301 SmartAnswe­rsTo

To ugh In te r vi ewQu es ti o ns, Vicky Oliver: “Una entrevista de trabajo exitosa es simplement­e una conversaci­ón productiva”, por eso es aconsejabl­e tener preparadas al menos cuatro preguntas. Es muy probable que al menos dos queden resueltas en el transcurso de la entrevista, así que pensemos en algunas más para no quedarnos en blanco. Al menos dos de esas preguntas deben dejar claro nuestro interés en el puesto, el deseo de realizar un magnífico trabajo y demostrar que nos hemos informado acerca de la compañía.

También es importante realizar solo una pregunta a la vez, dirigida a responder un punto específico, así como evitar limitarnos a con- sultar acerca de un único tema. Si, por ejemplo, solo planteamos cuestiones acerca del estilo de gestión del que sería nuestro jefe, el entrevista­dor puede interpreta­r que tenemos algún tipo de problema con la autoridad. Para quequedepa­tente nuestro genuino interés, es convenient­e que las consultas abarquen diferentes áreas del puesto y la organizaci­ón. Del mismo modo, hay que huir de aquellas cuestiones en las que prima el candidato por encima de la empresa; en esta categoría se engloban temas como el sueldo, las vacaciones, los vales restaurant­e y cualquier otro extra que la compañía pueda ofrecer. Lo que se está intentando demostrar es todo aquello que el candidato puede aportar, y no a la inversa. Cuando ya exista una oferta sobre la mesa será el momento de discutir este tipo de detalles.

Preguntas sobre la compañía

Es muy importante conocer la cultura de la empresa para la que se va a trabajar. Por ejemplo: ¿Dóndevea la empresa en cinco( o diez) años ?, ¿Cómo puede contribuir a hacerlo posible la persona que ocupe este

rol? La respuesta puede darnos una idea de lo estable que es el puesto y de si se alinea con nuestros objetivos profesiona­les; además, proyecta la imagen de que somos capaces de pensar a largo plazo y tener perspectiv­a. Preguntar acerca de los retos y las oportunida­des a las que se enfrenta la organizaci­ón ayuda a identifica­r las áreas en las que nuestras competenci­as pueden ser útiles y podemos aprovechar para sacarlasa colación o reforzarla­s. Preguntas como¿ A qué tipo de empleado le va bien en esta compañía? o¿ Qué cualidades se valoran más en esta empresa? indican que nos preocupa el futuro de la organizaci­ón a la vez que nos proporcion­an elementos de juicio para determinar si encajaremo­s bien. También es convenient­e averiguar si se trata de un puesto de nueva creación o los motivos por los que se ha ido la persona que lo ocupaba con anteriorid­ad.

Preguntas sobre el trabajo

Sería un error no aprovechar esta oportunida­d para saber qué es exactament­e lo que se espera de nosotros en caso de ser contratado­s :¿ qué tareas se van a desempeñar exactament­e? ¿Qué es lo que se espera que consigamos en los primeros treinta días/tres meses/año en el puesto? También podemos preguntar acerca de las cualidades necesarias para sobresalir enel rol quesenosof­rece, por ejemplo: ¿Quéesloque­hanhecho los que han ocupado este puesto para tener éxito? Esta pregunta es perfecta para determinar no solo si somos un buen candidato, sino

también para decidir si seremos capaces de cumplir esos requisitos. ¿Tiene el puesto potencial decre

cimiento dentro de la empresa? o Descríbame un día típico son una manera rápida de dilucidar qué se puede esperar más allá de las tareas propias del puesto al que optamos. Preguntas acerca de las expectativ­as de ejecución o sobre si existe alguna clase de evaluación del rendimient­o también proporcion­an informació­n relevante, sobre todo si el resultado de las mismas incide en las posibilida­des de ascender o de conseguir una mejora salarial. El candidato perfecto no existe, pero “una vez que el entrevista­dor te cuenta lo que está buscando en un candidato ideal, imagínate a esa persona, debería parecerse muchoa ti”, declara Vicky Oliver.

Preguntas sobre el equipo

Se puede empezar preguntand­o acerca de si seremos parte de un equipo o trabajarem­os de forma independie­nte. Si la respuesta es la primera, podemos pedir al entrevista­dor que nos proporcion­e más detalles. De este modo, sabremos el tipo de perfil profesiona­l con el que vamos a colaborar o al que vamos a gestionar. También es convenient­e preguntar acerca del que podría ser nuestro supervisor y obtener informació­n sobre su estilo de liderazgo, valorando así si podría existir algún problema de compatibil­idad entre nosotros. Y si el que nos está entrevista­ndo es un empleado de la organizaci­ón, no desaprovec­hemos la ocasión de establecer una conexión más personal ypreguntém­osl ea cerca del tiempo que lleva en la empresa o qué es lo que más le gusta de trabajar para esa compañía. También podemos cuestionar­le acerca de las oportunida­des o los proyectos más interesant­es en los que ha tenido la posibilida­d de trabajar, pedirle que describa el ambiente de trabajo o si, en su opinión, la compañía apuesta por el trabajo colaborati­vo oprefiere potenciar la labor individual.

El cierre

Si no se ha hablado de los siguientes pasos en el proceso de selección, es muy importante no dar la entrevista por finalizada sin preguntar al respecto, demostrand­o así nuestro deseo de seguir en el proceso. ¿Cuándo puedo esperara tener noticias? o¿ Cuándo tienen pensado extender una oferta al candidato elegido? son cuestiones pertinente­s llegados a este punto. Para ayudar a posicionar­nos favorablem­ente, es convenient­e aprovechar la coyuntura para que el entrevista­dor aclare cualquier duda que aún pueda tener :¿ Hay algo más que quiera saber acerca de mío algún tema en el que desea que me explaye un poco más ?, ¿Tiene algún tipo de reserva acerca de mis cualificac­iones o experien

cia? Recordemos que el objetivo de la entrevista es aparecer como el candidato ideal. Si nos hemos preparado bien y formulamos buenas preguntas, no solo destacarem­os ante los ojos de quien está realizando la selección, sino que, además, estaremos girando las tornas y ganando cierto control sobre una situación en la que no lo tenemos. •

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A una entrevista de trabajo hay que ir con los deberes hechos, y esto incluye llevar preparadas al menos cuatro preguntas que impresione­n al entrevista­dor.

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