Noruega se monta al vehículo eléctrico
Por primera vez las ventas de este tipo de coches han superado a las de los motores de combustión
Que Noruega era líder mundial en vehículos eléctricos era un dato ya conocido, pero desde el año pasado es, además, el primer país del mundo con más ventas de coches eléctricos puros e híbridos que de combustibles fósiles. Las matriculaciones de este tipo de vehículos supusieron el 52% de las matriculaciones en el 2017, frente al 40% del 2016.
Este récord es fruto de “los incentivos fiscales a la compra, mantenidos por el gobierno noruego desde hace años y a lo largo del tiempo”, explica Adolfo Randulfe, director de comunicación de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). “También por la política estatal y de muchas ciudades de proveer puntos de recarga para este tipo de vehículos”, afirma el experto.
Otros de los incentivos que han influido en la población a la hora de optar por este tipo de vehículos son las “ventajas no fiscales o monetarias, por ejemplo, la posibilidad de circular por el carril bus, aparcar en determinadas zonas sin pagar o el uso de algunas líneas de ferry sin coste”, explica Randulfe. Algunos de estos estímulos no están exentos de polémica, ya que en la actualidad más del 85% del tráfico en el carril bus es ocupa- do por vehículos eléctricos, que además están exentos de pagar el peaje de entrada a Oslo.
Sea como fuere, y aunque sea a costa de las arcas del Estado, el país escandinavo se ha propuesto poner fin a los vehículos propulsados por combustibles fósiles y ha acordado prohibir su venta a partir del año 2025. Toda una paradoja en un país que se ha hecho rico gracias a sus yacimientos de petróleo.
Se estima que en el mundo circulan alrededor de dos millones de coches eléctricos. Sin embargo, para cumplir con el acuerdo de París sobre el cambio climático se necesita llegar hasta los 600 millones en el 2040, según la Agencia Internacional de la Energía. Los motores de combustión generan entre un 20% y un 30% del total de gases contaminantes que se emiten a la atmósfera. Las diferencias con España España se encuentra entre los países europeos con menor implantación del coche eléctrico, con una cuota de mercado del 0,5% en comparación con la media de la Unión Europea del 1,2%. Al partir de un nivel más bajo, España registra uno de los mayores incrementos en las matriculaciones. Según Anfac, las ventas de vehículos híbridos y eléctricos cerraron el 2017 con 64.386 unidades registradas, lo que supuso un 80% de incremento en comparación con el pasado año.
A pesar de este crecimiento exponencial en las ventas, España no logra acercarse a sus colegas europeos. Se mantiene en el vagón de cola junto con la mayoría de países de Europa del Este, como Hungría, Eslovaquia o Chipre, de acuerdo con el Observatorio Europeo de Energías Alternativas (EAFO). Muy lejos de las vecinas Francia (1,5%) y Portugal (1,4%).
¿Qué es lo que separa a España de países como Noruega? La gran diferencia, en opinión de Randulfe, es que “las políticas de incentivos fiscales a la compra de vehículos eléctricos no han sido mantenidas en el tiempo. Las diferentes entregas de los planes Movele, Movea y Movalt, como se han denominado, han hecho que las matriculaciones de este tipo de vehículos se concentren en los periodos en que existen fondos disponibles. Después, asistimos a un frenazo en las matriculaciones a la espera de la llegada de un nuevo plan”.
El director de comunicación de Anfac apuesta por “mantener los estímulos en el tiempo, convertirlos en estructurales, hasta alcanzar la cuota deseada”. A lo que añade: “Noruega es un buen ejemplo de que funciona”.
De acuerdo con el EAFO, el modelo de automóvil eléctrico más vendido en España es el Citroen C-Zero, seguido del Reanult ZOE. El Nissan Leaf, el BMWi3 y el Tesla Model S completan la lista de los coches eléctricos más populares.